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El análisis | Estado de la economía española

Cuando se rompen las reglas

Riesgo de sanciones ·

La gestión económico-financiera de la Administración provoca las altas cifras de déficit y deuda pública, según un experto de UNIR

Domingo, 26 de mayo 2024

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Las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (diseñado para garantizar que los estados miembros de la UE mantuvieran unas finanzas públicas saneadas después de que se introdujese la moneda única) fijan el déficit público en el 3% del PIB. Sin embargo, España cerró 2023 seis décimas por encima del límite, lo que podría terminar en la apertura de un expediente sancionador por parte de la Comisión Europea. «Si no toma medidas que lo reduzcan, podría haber sanciones», alerta Javier Rodríguez Luengo, profesor del Grado en Finanzas y Contabilidad y del Máster Universitario en Dirección y Gestión Financiera en UNIR.

Para Rodríguez Luengo, esta «no es la única debilidad que muestra la economía española» y habla de la deuda pública, que se encuentra actualmente en torno al 109% del PIB. «Es cierto que en comparación con 2020, cuando era del 120%, se ha reducido, pero seguimos estando por encima de la barrera psicológica del 100% y muy alejados del límite establecido para el cumplimiento de las normas fiscales marcadas por Europa, que está fijado en el 60% del PIB».

Rodríguez apunta que estas «grandes debilidades estructurales que tiene la economía española» vienen como consecuencia «de la mala gestión económico-financiera por parte de las administraciones públicas».

Por ello, cree que desde Europa se va a exigir que España lleve a cabo algún ajuste «para poder revertir esta situación». En este punto, se abren dos vías para poder realizarlo. En primer lugar, a través de la subida de impuestos, «que no me parece que sea lo más razonable, teniendo en cuenta la situación en la que se encuentra la economía española, tanto la familiar como la empresarial» o a través de la reducción del gasto público «que sería lo más justo o sensato».

Rodríguez Luengo justifica sus opiniones en que tanto las familias como las empresas «ya vienen realizando un esfuerzo importante en el pago de impuestos». En comparación con otros estados miembros, España es uno de los países con el nivel de esfuerzo fiscal más alto –lo que pagamos en función de nuestra renta per cápita–. Otro de los motivos tendría relación con la inflación generada, que «ha supuesto una pérdida de poder adquisitivo, que si bien es cierto que ya ha bajado considerablemente, sigue estando por encima del 3% y, por consiguiente, el Banco Central Europeo no establece las rebajas que tendría que establecer a este tipo de interés».

Asignatura pendiente

Además, Rodríguez Luengo cree que el gasto público está «relativamente alto», ya que ha pasado del 35% en 2007 a rozar actualmente el 50% del PIB. «Tenemos un sector público sobredimensionado y eso habrá que revertirlo».

Para este experto, España debería fijarse en países como Alemania, Francia e Italia, que destacan por tener una mayor productividad. «Es la asignatura pendiente del país y para ser más productivos se requiere dar con mano de obra más cualificada, mayor capacitación y contar con más inversiones y capital». En este punto aborda el tema de la renta per cápita que «lejos de converger con la media de la UE, estamos cada vez más lejos», critica. Algo que debería llamar la atención, porque hay otros países que están creciendo «a un mayor ritmo de lo que nosotros somos capaces de crecer».

Economía española: cuestiones para tener vigiladas de cerca

¿En qué deberíamos fijarnos para valorar el estado actual de la economía española? Son básicos, pero ahora mismo estos son los que generan, para Javier Rodríguez Luengo, más:

Inestabilidad. Lo primero no es un índice sino un paisaje: la inestabilidad política internacional, que afecta en un mercado globalizado. La situación que se está produciendo en países como Israel o Rusia, lejos de ayudar, frena. «Pone trabas en el camino porque esa incertidumbre, al final, se convierte en miedo para las inversiones y para crear empleo».

Déficit y deuda. El déficit público español con respecto al PIB sigue alto. «En 2023 cerró en un 3,7%», recuerda. También la deuda pública respecto al PIB, que según datos del último mes está cerca del 109%.

Inflación. «Sigue estando por encima del 3%». En este punto, Rodríguez Luengo detalla que los economistas opinan que un nivel de inflación razonable sería un 2%. «La inflación es buena, porque en el fondo te está poniendo de manifiesto que la demanda va por encima de la oferta» y como dicen en Economía, «si hay demanda, hay alegría». El problema para él residiría en si hay deflación. «En España lo vivimos en 2012 o 2013, cuando caían los precios porque no había demanda, no crecía el PIB». Pero una inflación más allá del 2% «habría que controlarla».

Tipos de interés. Relacionado con lo anterior: la inflación se está controlando, por parte de las autoridades monetarias, «como debe hacerse», es decir, subiendo los tipos de interés. Sin embargo, «como hacía tiempo que no se producía esta situación y no somos capaces de reducirla, está suponiendo un coste financiero muy importante» para las familias, para las empresas y el sector público, la hora de financiarse.

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