«Nosotros no estamos ni en contra ni a favor del velo, estamos a favor de la ley»
«En la Consejería nos situamos en el equilibrio entre la libertad religiosa, el derecho a la educación y la autonomía del centro», apunta
Alberto Galiana (Logroño, 1971) es de discurso sosegado, tranquilo y racional. En el cara a cara con la prensa no es un hombre visceral ni ... de gatillo fácil. La experiencia, en su caso, es un grado. Pilota la Consejería de Educación ahora y lo hizo entre 2016 y 2019, un terreno que conoce de sobra y al que cada curso suma un nuevo frente. Este año han sido las protestas por la prohibición del velo islámico en el Sagasta, una refriega que encara desde el respeto máximo a la comunidad islámica y a la autonomía de los centros, pero también con un ojo en La Rioja y otro en Moncloa, donde no paran de poner palos en la rueda de la financiación.
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– ¿Cómo diría que ha sido el inicio de curso?
– Nos encontramos ante un comienzo de curso muy positivo, tanto, que es el mejor comienzo de curso de los últimos años y me refiero a bastantes años, no solo de esta legislatura. Fundamentalmente por la normalidad desde el punto de vista de las incorporaciones de los alumnos, ha funcionado el sistema de transporte, de comedor escolar y, sobre todo, la incorporación de profesionales. Nos encontramos con un curso con más de 6.100 docentes y ahora mismo, a día de hoy, tan solo quedan por cubrir una vacante y cinco sustituciones.
«A día de hoy, tan solo quedan por cubrir una vacante y cinco sustituciones»
– Habla de normalidad, pero el curso ha arrancado con protestas después de que el Sagasta prohibiera la entrada a una alumna con hiyab.
– Este debate hay que abordarlo con profundidad, respeto y sosiego. Es verdad que se ha manifestado este curso en el IES Sagasta, pero la realidad es que esto viene existiendo con normalidad en centros riojanos desde hace ya muchos años, incluida la anterior legislatura, y, que yo tenga conocimiento, no ha habido ningún problema. En cualquier caso, la postura de la Consejería es de respeto máximo a la comunidad islámica. Tanto ahora como en la anterior etapa que fui consejero hemos tenido relaciones muy fructíferas con esta comunidad. Relaciones que han permitido establecer grupos de clase de religión Islámica que no existían hasta hace dos legislaturas y, a diferencia del gobierno anterior, del PSOE, hemos ido avanzando. Dentro de esa normalidad, tiene que haber un respeto a la ley y a la autonomía de los centros. Desde ese punto de vista, nosotros no estamos ni en contra ni a favor del velo, estamos a favor de la ley y de la autonomía del centro. Lo dije en el Parlamento y lo reitero. Cuando se me planteó por parte de la oposición este asunto dije que se me pedía algo que no podía dar y era romper dos límites que para mí son infranqueables: un informe de los servicios jurídicos que avalaba este tipo de situaciones en los reglamentos en otras zonas de España, y la autonomía de los centros que, por otra parte, existe en otros países de nuestro entorno europeo, como puede ser Reino Unido. Por tanto, creo que aquí hay que hablar de respeto y normalidad. Hay derechos fundamentales para todos, pero también hay obligaciones para todos y desde ese punto de vista, de ese equilibrio entre la libertad religiosa, el derecho a la educación y la autonomía del centro ahí nos situamos en Educación.
– Algunas voces piden una normativa común para toda La Rioja con el fin de evitar, por ejemplo, casos como el que publicó hace unos días este diario, el de una joven de Calahorra que tenía que venir a estudiar a Logroño porque no le permitían la entrada con el velo en su ciudad.
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– Cualquier regulación se tiene que realizar, en primer lugar, a nivel de leyes orgánicas por parte del Estado y ya no sólo por una cuestión jurídica, sino porque entendemos también que, desde un punto de vista desde el ejercicio de los derechos en toda España, no parecería razonable que tuviéramos en esta materia situaciones a nivel normativo que tengan grandes diferencias entre unas comunidades y otras.
– Este curso estrena decreto de convivencia. ¿Cuál diría que es su punto fuerte?
– El principal cambio es que fortalece la posición de autoridad del docente, pero entendida como autoridad moral, pero también para que, como último recurso, siempre primando lo educativo, tenga a su disposición herramientas de disuasión, medidas correctoras que denominamos en la normativa, para alumnos que no tienen un comportamiento aceptable después de haberlo intentado todo, incluida la mediación, que es otro de los elementos que hemos incorporado en el decreto de convivencia. Por tanto, autoridad reforzada, desarrollada, que era necesario para que no quedase sólo en papel mojado meramente a nivel de legislación nacional, refuerzo de la mediación y del diálogo, pero evidentemente equilibrio. No podíamos continuar con el espíritu buenista que impregnada la anterior normativa y que consolidaba un modelo que a mí me parece profundamente nocivo porque suponía educar en la convicción de que un comportamiento malo, contrario a la convivencia, no tenía consecuencias y una de las cosas que tenemos que enseñar en nuestras aulas es que los comportamientos que se alejen de lo que está aceptado por todos tiene que tener consecuencias, siempre primando el diálogo, pero si no funciona, tiene que haber herramientas para la disuasión.
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«No podíamos continuar con el espíritu buenista que impregnaba la anterior normativa»
– El anterior decreto de convivencia limitaba las expulsiones...
– Y de manera enormemente restrictiva. Nosotros no somos partidarios de una expulsión generalizada, ni mucho menos, al revés, pero tampoco podíamos permitir que hubiera una situación de impunidad ante cuestiones que no eran aceptables.
– El de convivencia es uno, pero también se comprometieron a aprobar un nuevo decreto de escolarización. ¿Qué me puede avanzar de la nueva norma?
– No le puedo avanzar mucho porque hemos tenido que priorizar y hemos priorizado en cuestiones como el decreto de convivencia y en los currículos de Secundaria y Bachillerato y en escuela rural. Todo ello conlleva un esfuerzo de gestión que nos impide abordar todo a la vez, pero no significa que la parte de escolarización no la estemos analizando y tenemos un borrador interno con posibilidades, pero todavía hay que avanzar. En cualquier caso, tenemos que seguir profundizando en la idea de libertad de los padres.
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– Entiendo que para el próximo curso tampoco estará lista.
– No, el próximo curso no introduciremos modificaciones significativas en esa materia, lo cual no significa que no avancemos en la nueva normativa.
– ¿Y los estudios de Medicina? Estamos en manos de la Aneca.
– Sí, estamos supeditados a Aneca. Estimamos que en los próximos meses, probablemente de aquí a final de año o a comienzos de 2026 tendremos una primera respuesta, pero tiene que seguir su procedimiento y no está en nuestra mano. Tanto el presidente como la Consejería de Salud y yo mismo hemos suscrito diferentes convenios con la UR para garantizar la financiación, sobre todo en la parte de infraestructuras. En breve se licitará el proyecto del edificio dos, que irá en la parte trasera de Corazonistas. En cuanto al edificio uno, que está vinculado al de Enfermería, porque debemos concebir esto como una facultad de Ciencias de la Salud de la que se beneficien tanto los alumnos de Enfermería como de Medicina, el proceso de licitación está muy avanzado. Entendemos que si todo va bien con la Aneca, estará todo listo y dispuesto para que en septiembre del próximo curso pueda empezar la primera promoción.
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«En breve se licitará el proyecto del edificio dos, que irá en la parte trasera de Corazonistas»
– Durante años se ha hablado de Alcaste, de la segregación en las aulas, este curso por fin es mixto ¿ha habido alguna incidencia?
– No, la realidad es que como decía antes con respecto al velo, a veces se puede pensar que un consejero o un político puede decidir lo que quiera, pero no, puede decidir lo que quiera dentro de la ley. En un estado de derecho no puede haber política sin ley porque lo contrario es la selva, no es aceptable. Hay decisiones que nos pueden gustar más o menos, pero siempre deben estar dentro del margen de la ley. Nosotros habíamos hecho un análisis jurídico en lo que se refiere a la educación diferenciada, hemos apostado siempre por la libertad de elección de los centros y en este caso nosotros respetamos el modelo elegido por Alcaste, pero hay que reconocer que hay una ley orgánica, en este caso la Lomloe, que nos condenaba. Cuando finalizó el proceso de los conciertos educativos se hizo ese análisis, se habló con el centro, que ha tenido una actitud muy dialogante, y ellos entendieron que era el momento. Eso se ha producido, al igual que en otras regiones, con normalidad.
– Todas obligadas por la Lomloe.
– La Lomloe tiene algunas cosas positivas, pero tiene algunas muy negativas y una de las más negativas es aquella que mermó la capacidad de libertad de elección. Un gobierno presidido por el PP entiendo que debería hacer una reforma en profundidad de las leyes orgánicas educativas. No podemos cercenar la libertad de los padres ni un sistema del que nos dotamos en 1985 que es el de una red pública y una red concertada, que son complementarias, no una subordinada a la otra.
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– En una de sus últimas entrevistas fue muy crítico con la falta de financiación por parte del Estado para aplicar la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) ¿sigue sin llegar?
– Lamentablemente estamos igual, es un ejemplo muy nocivo de hacer política estatal, no sólo lo he dicho yo, sino la mayor parte de las administraciones educativas españolas, pero no se ha corregido. El Ministerio de Universidades se ha caracterizado por la falta de diálogo en esta materia, tan solo ha habido una apariencia de diálogo. Pero es que también estamos en trámite ante un modificación de un decreto de gran trascendencia, como es el que regula las universidades 'on line', y otra vez está manifestando una falta de diálogo y un sesgo inaceptable.
– ¿Cómo puede afectar a UNIR?
– A UNIR, al igual que al resto de universidades 'on line'. Es verdad que les afecta , no en el caso de La Rioja, pero sí en otros lugares de España, que igual tienen un menor número de alumnos o un menor recorrido. Establece, por poner un ejemplo, que tengan que tener alrededor de 4.500 alumnos como mínimo, UNIR, obviamente lo supera, pero ¿por qué restringirlo? El criterio de la calidad no deber ser solo por el número de alumnos, puede ser una universidad muy especializada en determinada disciplina que numéricamente no sea muy cuantioso y, sin embargo, es importante desde el punto de vista científico. Son límites absurdos que conducen a cercenar la libertad educativa, también en este caso en el ámbito universitario, bajo la excusa de que se quiere preservar la calidad, lo cual es razonable, pero la calidad no debe ser a costa de limitar la libertad ni la excusa para que lo que en realidad se persigue en muchas ocasiones es el control.
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