Instalaciones de la residencia Los Manitos de Calahorra. I.Á.

Un interno de la residencia Los Manitos de Calahorra agrede a una trabajadora hasta dejarla inconsciente

CSIF denuncia la «grave situación de desprotección» a la que se enfrentan a diario estos empleados en La Rioja

La Rioja

Martes, 19 de agosto 2025, 11:08

Aunque el suceso tuvo lugar el 6 de agosto, la incidencia se conoció ayer por la denuncia pública del sindicato CSIF: una trabajadora de la residencia 'Los Manitos', en Calahorra, fue agredida por un usuario, que la dejó inconsciente. La empleada ya está recuperada y ha vuelto a su puesto, pero el CSIF señala la «indefensión» que sienten unas trabajadoras que, además, «son poco valoradas, poco reconocidas y con sueldos muy bajos».

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En este caso, además, el paciente ya había sufrido anteriores episodios de agitación en otro centro de la comunidad (el CAPDP de Fuenmayor), aunque, según el sindicato, nadie había indicado estos antecedentes. Esto evidencia «una alarmante falta de coordinación» entre las distintas instituciones sociosanitarias, lo que «pone en grave riesgo la seguridad del personal», que se ve obligado a atender a usuarios con historiales de agresividad sin contar con la información ni los recursos necesarios para protegerse.

La responsable de Comunidad del CSIF, Mar Cubero, apunta que este caso ha sido extremo, por la gravedad de la agresión, pero que episodios similares se repiten con frencuencia durante los dos últimos años: «Desde que se adoptó la política de 'sujeción cero', los pacientes no pueden ser sujetados ni físicamente ni de manera farmacológica. Y cuando muchos de ellos sufren episodios de agitación y agresividad, los trabajadores no tienen herramientas para manejarlos». El CSIFpide, para atajar el problema, la adopción de «protocolos de seguridad claros y efectivos» y una mejor coordinación y comunicación entre los centros sociosanitarios y los servicios sociales.

«Sujeción cero»

El Gobierno regional, sin embargo, sostiene que esos protocolos existen y son eficaces, aunque reconoce que en determinados momentos pueden producirse situaciones de conflicto tanto por el perfil de los usuarios, «con conductas potencialmente disruptivas y cuadros de alteración conductual», como por el modelo «libre de sujeciones» que se sigue en La Rioja, «tal y como marca la normativa estatal y es tendencia en todo el mundo», apostilla. No obstante, puntualiza que se lleva a cabo «un control de los pacientes individualizado, con métodos conductuales y farmacológicos».

En este caso concreto, la Dirección General de Dependencia, Discapacidad y Menores enfatiza que ha estado en contacto «tanto con la trabajadora afectada como con el entorno del residente implicado» y subraya que, «al margen de estancias temporales en centros residenciales, como era su situación en esos momentos», el usuario convive de manera habitual con sus familiares.

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