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Las sanciones impuestas por los radares se han triplicado en La Rioja desde el 2006

La DGT tramitó entre 2006 y 2016 multas por valor de más de 95 millones de euros, aunque sólo pudo recaudar 42,7

Luis J. Ruiz

Domingo, 16 de abril 2017, 21:03

Radares fijos y móviles, patrullas de Tráfico de la Guardia Civil, dispositivos de control específicos, cámaras de vigilancia del uso del cinturón de seguridad, el helicóptero Pegasus... Las carreteras -independientemente de su titularidad- se han convertido en una especie de Gran Hermano sobre ruedas que, omnipresente y vigilante, detecta y, en su caso sanciona, cualquier infracción que ponga en riesgo la seguridad vial. Esa vigilancia no es gratuita. Tampoco, defienden siempre desde la Dirección General de Tráfico (DGT), tiene afán recaudatorio. Pero recaudación hay. Y no es menor. A razón de 126 multas diarias sólo durante el 2016 -los datos del último ejercicio son provisionales- la DGT detectó y sancionó el año pasado 46.304 infracciones y giró multas por un importe total de 9.474.030 euros. La recaudación fue menor. No llegó ni a la tercera parte de ese total (a expensas de que en vía ejecutiva durante los próximos meses se amplíe la cantidad): la caja de la Dirección General de Tráfico ingresó un total de 3.135.413 euros.

Con los datos solicitados por Diario LA RIOJA y remitidos desde el Portal de la Transparencia del Gobierno central, el análisis se puede ampliar hasta el ejercicio 2006. Durante esos once años se han tramitado en la región casi medio millón de multas (456.189) a razón de 208 euros por sanción. La multiplicación arroja un resultado total abrumador: entre los años 2006 y 2016, la DGT ha tramitado expedientes por un importe total de 95.208.092 euros, si bien la recaudación final se quedó en 42.780.517 euros, es decir, el 44,93 por ciento.

Beatriz Zúñiga, jefa provincial de Tráfico en La Rioja, explica que el desfase de cifras entre la sanción impuesta en primera instancia y la cantidad efectivamente recaudada se debe, mayoritariamente «a que el ciudadano sancionado recurre al pronto pago, con lo que el importe baja a la mitad», realidad que también hace que cada vez sean menos los recursos contra las notificaciones. Precisamente ese es el segundo motivo que justifica la disparidad: «Son casos en los que puede existir algún defecto de forma en el boletín de denuncia o ha sido sancionada la infracción, por ejemplo, a nivel local lo que implicaría una doble sanción», dice Zúñiga antes de completar que también hay un número identificado, pero menor, de denuncias incobrables.

La velocidad

Detrás de todas esas cifras -que a la postre no hacen sino reflejar la imprudencia de los conductores- se esconde un gran protagonista: los radares de velocidad que desde el 2006 han ido ganando peso tanto en número de multas como en importes recaudados. Así, si en el 2006 los cinemómetros impusieron en La Rioja 9.565 multas, en el 2016 se dispararon hasta las 30.727, lo que representa un incremento del 221 por ciento en once años.

Durante el año pasado, los 43 radares fijos presentes en las carreteras de La Rioja giraron una media de 340 sanciones (14.622 en total) por un importe total de 2.266.100, si bien la recaudación final cayó hasta los 913.427 euros. Los radares móviles, por su parte, detectaron 16.105 infracciones por exceso de velocidad, multaron por un total de 2.150.300 euros y cerraron una recaudación de 986.287 euros.

De manera paralela, el impacto que los cinemómetros han tenido entre el 2006 y el 2016 en las arcas de la DGT es trascendental. De los casi 43 millones de euros recaudados durante ese periodo, 18.269.653 euros procedían de la actuación de los radares, es decir, casi el 43 por ciento del total.

Pero no solo la velocidad está presente en la relación de multas tramitadas por la DGT. También hay sanciones para las autoescuelas (36 en once años), para los centros de reconocimiento de conductores (11) y para los peatones (208).

Por volumen de infracciones, la estadística revela que, tras la velocidad, la segunda sanción más habitual durante el periodo analizado fue la de no utilizar el cinturón de seguridad o los sistemas de retención infantil: se tramitaron 22.862 multas por un importe medio de 174 euros (la recaudación global fue de 2.063.267 euros). Esa ha sido, al menos hasta ahora, la segunda infracción más habitual... pero corre el riesgo de ceder esa 'medalla de plata'. La culpa la tiene el uso del teléfono móvil o de otros dispositivos. Ha motivado 15.755 denuncias entre el 2006 y el 2016 (1.657.422 euros recaudados) y las infracciones aumentan año a año frente a lo que sucede con los sistemas de retención.

Pero las más numerosas no son las sanciones más caras. Las multas medias más altas, según los datos de la DGT, son las que recayeron en los centros de reconocimiento de conductores (11 sanciones a una media de 2.163 euros) por delante de las que se impusieron a los conductores sin seguro (entre 840 y 849 euros) y las de los conductores que dieron positivo en los controles de alcohol y drogas y que fueron sancionados al pago de una sanción media de 597 euros.

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