José Antonio Garós Martínez, alcalde de Almarza de Cameros, posa en el pueblo del Camero Viejo. L.R.
Llenar de vida La Rioja vacía

«Ahora nos vamos a dar cuenta de que los pueblos tienen un valor»

José Antonio Garós Martínez | Alcalde de Almarza de Cameros ·

Asegura que «mucha gente lleva en Almarza desde el estado de alarma»

Diego Marín A.

Logroño

Sábado, 15 de agosto 2020, 19:37

José Antonio Garós Martínez (PP) es alcalde de Almarza de Cameros desde hace 12 años. A sus 46 años, este técnico de mantenimiento ... de profesión baja todos los días a Logroño a trabajar, pero reside en el pueblo, en pleno puerto de La Rasa. De tradición ganadera, la localidad, conocida sobre todo por el paraíso natural que supone la finca Ribavellosa, hace de frontera entre el Camero Nuevo y el Viejo.

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– ¿Cree que Almarza es desconocido como pueblo?

– Por supuesto que no. Almarza de Cameros es el pueblo que comunica el Camero Nuevo con el Viejo, se conoce bastante, y también tenemos Ribavellosa, que ha reabierto y se hacen excursiones.

– ¿Y no considera, precisamente, que Ribavellosa le quita protagonismo al municipio?

– No creo. Hay mucha gente que va a Ribavellosa, sabe que el término es Almarza y luego vienen a visitar el pueblo.

– ¿Por qué y desde cuándo perdió población Almarza?

– Desde cuándo no lo sé, desde mucho tiempo la gente empezó a emigrar buscando oportunidades mejores, otro futuro, por eso se han desplazado, es ley de vida. La gente tiene unos objetivos y se marcha a otro sitio.

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– ¿Qué necesitaría la localidad para atraer y fijar población?

– Sobre todo, trabajo. Lo principal es el trabajo. Una empresa que se instale y sea sólida, en colaboración con el Gobierno de La Rioja. Así la gente iría a los pueblos. También es cierto que mucha gente vive aquí y bajan todos los días a Logroño a trabajar. Yo mismo. Almarza es un pueblo de tradición ganadera. Antes había dos casas rurales que cerraron porque los dueños ya eran mayores.

– ¿Que ventajas tiene vivir en un pueblo como Almarza?

– Es la vida que te gusta. A mí me gusta la tranquilidad y la encuentras en el pueblo. Das paseos, aunque no tengamos bar. Y si quieres tomar algo cerca, con el coche, tienes restaurantes y bares. No es obligatorio vivir en el centro de Logroño, es una vida completamente distinta.

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– ¿Hay alguna necesidad en la localidad, un servicio que mejorar, una obra por hacer...?

– Tengo alguna obra pendiente, siempre se necesita algo, pero hay que tener sentido común. No es el momento de hacer grandes obras, es preferente salir de la pandemia y ya vendrá lo que tenga que venir.

– ¿Cree que los pueblos pequeños todavía tienen futuro?

– Soy optimista. Pienso que ahora nos vamos a dar cuenta de que los pueblos tienen un valor. Mucha gente ahora o en un futuro cercano va a ir a los pueblos. Ha salido de las ciudades y se ha ido a las segundas viviendas de los pueblos, pero no de veraneo, sino para estar mucho más tiempo del acostumbrado. Aquí no se ha notado más gente que otros años, pero quienes venían quince días ahora se pasan todo el verano. Mucha gente lleva desde el estado de alarma.

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