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François Fillon.
Fillon no se retira porque se considera «víctima de una manipulación»

Fillon no se retira porque se considera «víctima de una manipulación»

El candidato de la derecha a las presidenciales francesas sigue en campaña pese a prometer que se retiraría si era imputado

EFE

Lunes, 3 de abril 2017, 11:38

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El candidato de la derecha a las presidenciales francesas, François Fillon, dijo este lunes que sigue en la campaña pese a su promesa de retirarse si era imputado porque no había imaginado "ser víctima de tal manipulación", y reiteró que ni él ni su esposa serán condenados.

"No imaginaba una manipulación como de la que he sido víctima", señaló Fillon durante una entrevista radiotelevisada por RMC y BFMTV. "Y creo que viene del poder", comentó en alusión a los círculos privados del actual presidente, el socialista François Hollande.

Preguntado sobre si acusaba directamente a Hollande, respondió que "no es posible que este asunto no haya sido seguido con la mayor atención por las más altas autoridades"; pero Fillon al mismo tiempo reconoció que no tiene pruebas concretas y que "hay una gran duda sobre los que lanzaron esta operación".

En todo caso, consideró que si se demostraran sus sospechas sería "extremadamente grave" ya que quedaría "cuestionado el Estado de Derecho", y por eso pidió que la Fiscalía abra una investigación, e incluso avanzó que en caso de llegar a la presidencia del país pondría en marcha una comisión de investigación parlamentaria.

Así, defendió la apertura de dicha investigación sobre el supuesto sistema de espionaje a rivales políticos que Hollande habría puesto en marcha a su llegada al Elíseo, según sostienen dos periodistas de la revista francesa Le Canard Enchainé en un libro de reciente publicación.

"La Fiscalía debería mirar este caso. Si no lo hace, lo haré yo, si salgo elegido presidente. Habrá una investigación parlamentaria", avanzó el líder conservador, al tiempo que sugirió otra vez como altamente probable que él fuese uno de los espiados por el actual jefe de Estado.

El líder de la derecha, que fue primer ministro durante la presidencia de Nicolas Sarkozy (2007-2012), está imputado por los empleos supuestamente ficticios que atribuyó a su mujer y a dos de sus hijos como asistentes parlamentarios con dinero público.

Antes e incluso unos días después de que estallara ese escándalo el 25 de enero, se había comprometido a renunciar a su candidatura si era inculpado, pero hoy volvió a justificar no haber cumplido esa promesa porque se ha dado cuenta de que había ofrecido "al poder" la posibilidad de eliminarlo de la carrera por el Elíseo.

A la cuestión de si dimitiría en caso de ser elegido presidente y que durante su mandato su esposa Penelope fuera declarada culpable por los hechos por los que ella también ha sido acusada, respondió que "eso no ocurrirá porque mi mujer no será condenada". También reiteró la idea de que "si tuviera la menor duda sobre mi culpabilidad, no sería candidato a las elecciones presidenciales".

Regalos por valor de 21.000 euros

En cuanto a los regalos por valor de 21.000 euros (sobre todo en forma de trajes) que recibió del empresario Robert Bourgi, conocido por sus relaciones con diversos regímenes africanos, Fillon dijo: "me equivoqué de haber aceptado esos regalos, pero los he devuelto".

Fillon, que reconoció que no consigue ahorrar, puntualizó que Bourgi es "un antiguo amigo" y, sobre todo que "nunca (le) ha pedido nada". Preguntado sobre si nombraría como su primer ministro en caso de ser elegido al exministro François Baroin, indicó que "es un político de alta calidad" y "una muy buena opción" para ese puesto. "Es uno de los primeros ministros posibles", comentó antes de precisar que la decisión no está tomada porque después de las presidenciales vendrán las legislativas en junio.

El líder de la derecha rechazó contemplar la posibilidad de ser eliminado en la primera vuelta de los comicios el próximo 23 de abril, y de pronunciarse directamente sobre si votaría al socioliberal Emmanuel Macron en caso de que -como preludian las encuestas- será quien se enfrente a la ultraderechista Marine Le Pen el 7 de mayo en la segunda vuelta. Se limitó a recordar que "todo el mundo sabe que he luchado contra el Frente Nacional (de Le Pen) y que no voy a dejar de hacerlo a los 63 años".

Sobre su programa económico, justificó su propuesta de reducir en un 8% el gasto durante el próximo mandato porque con una deuda pública que equivale al 100% del producto interior bruto (PIB) "estamos en la zona roja" y "vamos hacia una crisis financiera". Insistió en que lo que quiere así es evitar "lo que ha ocurrido en España, en Portugal, en Grecia", en alusión a los países que han tenido que acogerse a rescates financieros.

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