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Así liquida Israel a sus enemigos: no hay un lugar donde esconderse
La implacable tecnología de venganza: desde hace dos años, Tel Aviv ha llevado a cabo una campaña de ataques selectivos en todo Oriente Medio para decapitar a sus enemigos históricos
Desde el 7 de octubre de 2023, Israel ha llevado a cabo una campaña de ataques selectivos contra sus enemigos históricos que ha descabezado a ... los grupos de la zona y ha demostrado que la capacidad tecnológica y de inteligencia del Estado hebreo supera con creces a sus rivales. Por una parte, el Gobierno dirigido por Benjamín Netanyahu ha puesto sobre la mesa una capacidad para actuar con unos niveles de información nunca vistos que brillaron por su ausencia el día en el que Hamás provocó una masacre desde Gaza, sin que las fuerzas de seguridad israelíes pudieran evitarlo. Además, ha demostrado la capacidad del espionaje de Tel Aviv para controlar a sus enemigos en lugares tan lejanos y peligrosos para sus agentes como Irán o Yemén.
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Líbano Beirut y más zonas
Buscas con explosivo
Algunas de las operaciones llevadas a cabo por la aviación y el Mossad, como el ataque combinado a Irán del 13 de junio de este año, han revelado que el espionaje israelí se encuentra en el país persa desde hace años, preparando ataques a lugares tan sensibles como las casas de los altos mandos militares o las bases nucleares. Un caso distinto es el de la operación en la que consiguió vender a Hizbulá miles de buscas trucados con explosivos, que ocasionaron unos daños sin precedentes al estallar cuando se encontraban en manos de los miembros del grupo terrorista. Estos son algunos de los momentos de esta campaña llevada a cabo por Israel estos dos años.
Entre el 17 y el 18 de septiembre de 2024, al menos 42 personas fallecieron y más de 3.000 resultaron heridas en el ataque más complejo que Israel ha llevado a cabo desde el 7 de octubre de 2023. El atentado masivo se produjo cuando estallaron los buscas que utilizaba Hizbulá para sus comunicaciones y que habían comprado para evitar que los espías hebreos interceptaran sus comunicaciones por telefonía móvil. En total, el grupo libanés compró más de 5.000 buscas, sin saber que agentes secretos de Tel Aviv los habían cargado con entre uno y tres gramos de explosivo.
Aunque todavía hay zonas de sombra alrededor de esta historia, lo que sí se considera cierto es que Hizbulá adquirió los buscas en una empresa de Taiwán, 'Golden Apollo'. El responsable de esta firma declaró, tras la explosión sus dispositivos, que él los había conseguido gracias a 'BAC', una empresa con sede en Hungría. La CEO de esta empresa negó que tuviera que ver con la operación y uno de sus fundadores, un ciudadano indio residente en Noruega, desapareció en un viaje a Estados Unidos. Según el New York Times, 'BAC' era una empresa pantalla del espionaje israelí.
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El ataque contra los miembros de Hizbulá se produjo de forma coordinada. Todas las personas a las que el grupo terrorista había entregado uno de los buscas recibió un mensaje. Cuando cogieron el aparato para leer el texto, el dispositivo estalló. Por ello, muchos de los heridos sufrieron amputaciones en las manos y heridas graves en la cara. A otras víctimas les estalló el dispositivo mientras lo tenían en los bolsillos de la ropa, por lo que también sufrieron lesiones graves en el torso y las piernas.
Líbano Sur de Beirut
Hasan Nasrallah
El 27 de septiembre de 2024 un ataque aéreo de Israel acabó con la vida de Hasán Nasralá, el líder histórico de Hizbulá, que se consideraba un hombre de Teherán en el Líbano y que había apoyado los asesinatos del 7 de octubre.
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Su muerte se produjo cuando el dirigente se encontraba en un edificio de Haret Hreik, un suburbio del sur de Beirut considerado una de las plazas fuertes de Hizbulá. El inmueble servía de cuartel general al grupo terrorista libanés. Según diversas fuentes, al menos una decena de F16 israelíes lanzó más de ochenta bombas contra los edificios en los que se ocultaba Hizbulá. Entre la munición utilizada se encontraba el proyectil BLU-109, que puede llevar cerca de una tonelada de explosivo y se considera una munición antibúnker. Según aseguró el canal de noticias de Hizbulá, el temblor de tierra provocado por estas detonaciones se sintió a 30 kilómetros de distancia del lugar del impacto.
Los edificios en los que se ocultaba Hizbulá quedaron arrasados y se produjeron decenas de muertos. Entre ellos se encontraba el principal jefe de Hizbulá, Hasan Nasrallah. Junto a él fallecieron otros mandos del grupo terrorista y también miembros de la Guardia Revolucionaria Iraní que actuaban como asesores. El entierro de Nasralá se llevó a cabo en secreto, por el miedo a que Israel atacase mientras se llevaban a cabo las exequias.
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Los ataques dejaron descabezada a Hizbulá y sin capacidad real de actuar contra Israel. Revelaron, además, que los servicios secretos hebreos monitorizaban los movimientos de sus enemigos y eran capaces de saber cuándo se iba a reunir la cúpula del movimiento.
Irán Barrio blindado de Teherán
Ismail Haniya
El 31 de julio de 2024 fallecía en Teherán Ismail Haniya, el líder de Hamás en la franja de Gaza, en un atentado cuyos extremos todavía no se han aclarado, pero que supuso la demostración de que la teocracia iraní sufría importantes brechas de seguridad (que luego se ampliarían). Para Israel supuso cumplir su palabra de que iba a perseguir a todos los responsables del 7 de octubre.
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La muerte de Haniya tuvo lugar en la capital iraní, a donde el líder de Hamás se había desplazado para asistir a la ceremonia de investidura del presidente iraní Masoud Pezeshkian. Haniya se había instalado en un complejo de viviendas de la Guardia Revolucionaria Iraní. Este complejó está destinado a los veteranos de los distintos conflictos en los que ha participado esta milicia, algo que, en principio, debería garantizarle una seguridad máxima.
No fue así. Haniya se encontraba en la vivienda que le habían asignado junto a su guardaespaldas cuando una explosión acabó con la vida de ambos. La explicación del atentado tiene dos versiones y se encuentra todavía atrapada en la bruma de la desinformación, ya que el Gobierno iraní no ha facilitado datos sobre la investigación. Una de ellas sostiene que el dirigente de Hamás falleció al estallar una bomba que alguien había colocado en el interior de la vivienda tiempo atrás y que fue activada mediante un control remoto cuando los responsables del asesinato comprobaron que Haniya se encontraba en el interior. La segunda versión sostiene que el piso fue alcanzado por un misil lanzado desde una vivienda próxima. Cualquiera de las dos formas de proceder evidencia que Israel controlaba los movimientos del dirigente de Hamás pese a que estaba protegido por las mejores tropas de Irán.
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Líbano Barrio de Dahieh (Beirut)
Fuad Shakur
Fuad Shakur era uno de los milicianos de más alto rango de Hizbulá y estaba integrado en la cúpula directiva de esta organización. El 31 de julio se encontraba en un edificio del barrio Dahieh de Beirut, uno de los feudos de la organización terrorista chií, cuando fue alcanzado por la explosión de un misil. En el ataque falleció también un asesor iraní y cinco civiles libaneses, entre ellos, dos niños. Más de ochenta personas resultaron heridas.
Unos minutos antes del ataque, Shakur recibió una llamada en su móvil en la que se le pedía que subiera a los pisos superiores del edificio. Aunque se desconoce cuál fue el contenido del mensaje, tuvo que proceder de alguien con la suficiente confianza como para que Shakur accediera a la propuesta y se dirigiera a la séptima planta del inmueble, donde tenía su residencia. Allí fue donde impactaron los misiles.
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El atentado fue una respuesta de Israel al lanzamiento de varios cohetes de Hizbulá contra un asentamiento druso cercano a los altos del Golán. En ese atentado fallecieron doce niños que jugaban en un campo de fútbol.
Irán Instalaciones nucleares secretas
Operación León creciente
En la madrugada del 13 de junio de 2025 tuvo lugar la operación militar más compleja realizada por Israel hasta la fecha: 'León creciente'. Así se bautizó a un plan preparado durante años en el que las Fuerzas de Defensa Israelíes (IDF, por sus siglas en inglés) junto con los servicios secretos del Mossad, consiguieron destruir parte de las instalaciones nucleares iraníes, asesinar a mandos de la Guardia Revolucionaria y acabar con gran parte de la capacidad aérea de Teherán.
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Según los escasos datos que han transcendido de esta misión, para llevarla a cabo los espías israelíes habían conseguido infiltrarse en los altos escalafones de la teocracia iraní, de forma que tenían información casi en tiempo real de los movimientos de sus principales mandos militares. De la misma manera, el Mossad consiguió establecer algún tipo de bases secretas en lo más profundo de Irán, en las que colocaron drones a la espera de ser activos. También desplegaron a miembros de las fuerzas especiales en el desierto iraní.
El día del ataque, las bases de los drones se activaron y los dispositivos volaron hasta los sistemas antiaéreos iraníes para anular cualquier capacidad de defensa del país persa. Según algunas versiones, estaban dirigidos por un sistema de inteligencia artificial. De manera sincronizada, los soldados infiltrados utilizaron lanzacohetes para destruir los misiles desplegados en vehículos. Con este ataque, la capacidad de Irán de evitar un ataque aéreo se esfumó.
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Tras este primer paso, una primera oleada de misiles y alrededor de 200 aviones de combate comenzaron a atacar diversos puntos estratégicos de Irán. La planta de enriquecimiento de uranio de Natanz y los complejos de Khondab y Khorramabad e Isfahán resultaron destruidos. Asimismo, numerosas fábricas de misiles quedaron arrasadas por las bombas.
Al mismo tiempo, los bombarderos israelíes se centraron en Shahrak-e Mahallati, un barrio en el este de Teherán donde residen los principales mandos del ejército iraní. Entre las personas fallecidas en los ataques se encontraban el comandante de la Guardia Revolucionaria de Irán, Hossein Salami, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, el general Mohammad Bagheri, y al menos seis científicos dedicados en exclusiva al programa nuclear iraní. Todos los aviones israelíes que participaron en la operación regresaron a Israel sin que se hubiera producido ni una sola baja.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, aseguró que el objetivo de la operación 'León creciente' era acabar con la capacidad nuclear iraní, ya que había alcanzado un nivel de enriquecimiento de uranio que le permitiría disponer de al menos diez cabezas nucleares en unos pocos días. Sin embargo, los ataques no consiguieron dañar a la principal instalación de Teherán: la montaña de Fordow. Este complejo militar está enterrado bajo un monte y protegido por búnkeres. Solo hay un tipo de bomba en el mundo capaz de dañarlo: la GBU-57 fabricada por Estados Unidos. El 21 de junio, Donald Trump autorizó el lanzamiento de ese monstruo sobre Fordow, aunque los efectos que el estallido pudo tener en los laboratorios iraníes se desconocen.
Qatar Doha
Negociadores de Hamás
El 9 de septiembre Israel llevó a cabo uno de sus ataques más temerarios al matar en la capital de Qatar, Doha, a seis de los responsables del equipo mediador de Hamás que estaba negociando la liberación de los rehenes tomados por Hamás el 7 de octubre. El ataque fue llevado a cabo mediante un bombardeo del lugar en el que se habían reunido los miembros del grupo terrorista, que en ese momento discutían una de las propuestas de paz auspiciadas por Estados Unidos. Este país, además, mantiene varias bases aéreas en la zona, lo que colocaba el ataque israelí en el filo de la diplomacia de la zona. El Gobierno de Donald Trump ha asegurado de forma oficial que desconocía la voluntad de Israel de atacar en Doha, pese a que Qatar es uno de sus aliados en la región. El enfrentamiento geopolítico tuvo un final inesperado: el pasado 1 de octubre, Benjamín Netanyahu llamó al primer ministro de Qatar en presencia de Trump para disculparse por la agresión.
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Según los datos que se conocen, el bombardeo del edificio utilizado por los negociadores de Hamás fue llevado a cabo por media docena de aviones F-35I, F-15 y F-16. Los aviones se desplazaron a través del Golfo Pérsico hasta llegar a un punto en el que sus misiles podían alcanzar sin problemas Doha, ciudad que se encuentra a cerca de 2.000 kilómetros de Israel. La flotilla aérea iba encabezada por los F-35, un modelo que cuenta con un vanguardista sistema de sensores que detecta todo tipo de radares y, además, permite establecer blancos a larga distancia. Al parecer, cada uno de los aviones disparó un misil de largo alcance, con el objetivo fijado en la vivienda secreta que empleaban los miembros de Hamás.
Qatar, país que está acogiendo las negociaciones entre Israel y Hamás, protestó por el ataque. Una de las preguntas clave es cómo fue posible que, si era cierto que Estados Unidos desconocía la misión, la base aérea norteamericana de Al-Udeid no hubiera detectado a los aviones israelíes ni a sus misiles, por lo que no se activaron las defensas antiaéreas norteamericanas que protegen Qatar.
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