Un futuro de altas capacidades
Asprodema trabaja desde 1985 por la autonomía, los derechos y la integración de las personas con discapacidad intelectual
Nuestra sociedad, por fortuna, ha vivido en los últimos tiempos significativos avances sobre numerosas cuestiones sociales. Cambios de mentalidad, de normativas, de inclusión, de comprensión y de concienciación. Un nuevo panorama que, entre otros colectivos, ha afectado a las personas con discapacidad intelectual, que ven cada vez más reconocidos sus derechos, sus propias libertades y sus aportaciones a la sociedad. Camino que se ha andado, pero todavía queda mucho por recorrer, algo a lo que contribuye en nuestra región Asprodema-Rioja, una asociación que durante más de treinta años ha ayudado a mejorar la vida de las personas con discapacidad y a que la sociedad riojana las conozca y las integre.
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Belinda Fernández Miranda, su presidenta, recuerda la fundación de la asociación, en el año 1985: «Un grupo de familias con hijos en el Marqués de Vallejo decidimos crear Asprodema para dar oportunidades y recursos a todas las personas con discapacidad intelectual». Una labor entregada que comenzó a dar frutos. Asprodema actualmente cuenta con dos centros de atención diurna -'Vareia', en Logroño, y 'La Sierra', en Nájera-; la fundación ASPREM, enfocada en el empleo; y un centro de recursos de apoyo que ofrece servicios de promoción de la autonomía, atención psicosocial y educativa, orientación laboral, etc. Actualmente, Asprodema está formada por 429 socios, de los cuales el 90 % son familiares de personas con discapacidad intelectual que usan sus servicios.
Más allá de los números, que reflejan esos avances conseguidos en estas tres décadas, desde Asprodema hablan de una forma de trabajo que rompe con el pasado y pone en el foco en la persona. «Se ha cambiado el 'chip' educativo, replanteándonos metodologías, dándoles más poder de decisión, buscando que sean más protagonistas de sus vidas y atendiendo a sus necesidades y demandas. Queremos potenciar las capacidades por encima de las discapacidades», subraya Fernández.
Asprodema cuenta con dos centros de atención diurna, la fundación ASPREM y un centro de recursos de apoyo
Solo el 25,6% de las personas con discapacidad tiene empleo, frente al 64% de la población total
A la hora de hablar de inclusión social en adultos, resulta fundamental centrarse en el aspecto laboral. Según el INE, solamente el 25,6% de las personas con discapacidad tienen empleo, frente al 64% de la población en general. «La inclusión laboral cuesta. Uno de los grandes objetivos es la preparación y la formación, dándoles herramientas para acceder al mercado laboral, algo que redunda en su autonomía», apunta la presidenta de Asprodema. Otras de las cuestiones en las que se está poniendo el foco son la falta de recursos para la población con discapacidad envejecida; los nuevos retos y necesidades de los jóvenes; las complicaciones del medio rural; o el acceso a la vivienda que dificulta su proceso de emancipación. «Todo entra en un enfoque de autonomía y derechos para que la persona con discapacidad desarrolle su propio proyecto vital», resumen Belinda Fernández, que añade que estos progresos «revertirán en beneficio al conjunto de la sociedad».
Asprodema, sin dejar de ser un movimiento social y familiar, tiene sus manos abiertas al entorno y la comunidad. Entre sus actividades se encuentran la representación de la ópera 'Un palacio irreal' en el Teatro Bretón de Logroño, dentro del proyecto LOVA; las actuaciones de la compañía 'Los Trifásicos' del CAD 'La Sierra' en varias localidades; la participación en actividades de colegios, institutos, ludotecas y residencias de la tercera edad; su asistencia a mercadillos y ferias; o los estudios de accesibilidad realizados en Nájera y Haro. «Todo se hace con un espíritu de vocación y gracias a la calidad y humana y cualificación de los profesionales de Asprodema», concluye Belinda Fernández.
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