El crecimiento de la economía se modera a niveles de hace dos años pese al impulso del consumo de las familias
El INE revela la ralentización del PIB en verano, con un avance trimestral del 0,6% y del 2,8% en tasa anual, la cifra más baja desde finales de 2023
La economía española sigue manteniendo un buen pulso de crecimiento, sobre todo si se compara con la evolución de sus socios europeos, pero en el ... tercer trimestre del año se ha enfriado el ritmo de avance del Producto Interior Bruto (PIB). Según los datos adelantados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el PIB ha crecido un 0,6% en el tercer trimestre, coincidiendo con los meses de verano (julio a septiembre), lo que supone un frenazo desde el 0,8% del segundo trimestre. Además, a nivel anual, el PIB avanza un 2,8%, tres décimas por debajo del primer y segundo trimestre y el menor ritmo de crecimiento desde finales de 2023.
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Esta pérdida de inercia confirma las previsiones del Banco de España, que aunque, mejoró en dos décimas su previsión para el cierre de año, auguraba una tendencia de «desaceleración gradual» desde los elevados crecimientos de la primera mitad del año hasta un ritmo del 0,6% o 0,7% en la segunda. Estos ritmos de avance siguen siendo «compatibles» con el crecimiento potencial de la economía española del entorno del 2%. Su previsión para fin de año se quedaba en un 2,6%, por debajo del 2,7% que calcula el Gobierno.
Este ritmo de avance inferior a la tendencia de la primera mitad del año se debe al mal comportamiento del sector exterior por la incertidumbre internacional y la guerra arancelaria. En concreto, el sector exterior restó seis décimas al crecimiento. Un informe reciente del Instituto de Estudios Económicos (IEE) cifraba en 3.000 millones (dos décimas de PIB) las pérdidas para la economía española por el recorte de las exportaciones a Estados Unidos este año y hasta 6.000 millones (cuatro décimas de PIB) el año que viene.
De hecho, en el tercer trimestre solo la demanda interna contribuyó al crecimiento del PIB, tanto en valores trimestrales como anuales. En concreto, la demanda nacional aportó 1,2 puntos al avance de la economía en los meses de verano, cinco décimas más que en el segundo trimestre. Desde el Ministerio de Economía destacan este crecimiento del consumo de las familias, que «duplica el ritmo del periodo anterior y es reflejo de la solidez del mercado laboral y el aumento del poder adquisitivo». A nivel interanual, la demanda interna aportó 3,7 puntos, frente a la contribución negativa de -0,8 puntos de la demanda externa.
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Además del Gobierno, han sido varios organismos los que han revisado al alza las previsiones de crecimiento de la economía para este año en las últimas semanas, la OCDE o el Fondo Monetario Internacional entre ellos. Y este miércoles fue el turno de la Autoridad Fiscal (Airef), quien elevó nada menos que siete décimas su previsión de PIB para el cierre de 2025 hasta el 3% y cuatro décimas más la de 2026, hasta el 2,1%. El problema que ve el organismo dirigido por Cristina Herrero es la dificultad que tendrá España para cumplir con sus compromisos fiscales con la UE. En su opinión, el retraso del ciclo presupuestario no solo afecta a la supervisión fiscal, sino también impacta en la posibilidad de planificación de otras administraciones públicas y «en la calidad institucional del país».
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