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El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, antes de una de sus intervenciones. EFE
Habrá poco PIB con precios y tipos bajos para largo, alerta el Banco de España

Habrá poco PIB con precios y tipos bajos para largo, alerta el Banco de España

El gobernador advierte del riesgo de que sea mayor la ralentización y ve «preocupante» el avance «lento» de las reformas estructurales

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Sábado, 31 de agosto 2019

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La situación económica global, y en particular en la zona euro, sigue «debilitándose», y el lastre que le supone la evolución negativa del comercio internacional parece pesar cada vez más. Tanto que, según advirtió este sábado el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, «existen algunos elementos estructurales que llevan a pensar que un entorno de bajo crecimiento -solo un 0,2% en el segundo trimestre de promedio entre los socios del euro-, inflación moderada -en agosto se mantuvo en el 1%- y, en consecuencia, bajos tipos de interés -desde marzo de 2016 en su mínimo histórico del 0%- podría perdurar en el tiempo». La pregunta ahora es cuánto y qué efectos tendría, sobre todo negativos.

Para el máximo responsable del supervisor financiero español, dependerá en buena medida de la evolución del envejecimiento de la población –problema extendido en la Unión Europea (UE), España incluida–, «cuyas implicaciones se extienden mucho más allá de las cuentas públicas y los sistemas de salud». Hablamos, explicó, de «alterar las pautas de ahorro, inversión y oferta de trabajo de los agentes económicos», lo que afecta al crecimiento potencial de las economías al reducir la población en edad de trabajar y su productividad.

De hecho, Europa ya sufre un crecimiento de la productividad «muy inferior» al de Estados Unidos. Por eso estima «urgente abordar las carencias estructurales que obstaculizan» su aumento, así como la generación de oportunidades de inversión en la zona euro. «Resulta preocupante el lento avance en la implementación de las recomendaciones de reformas por parte de los países miembros» de la UE, dijo Hernández de Cos en los cursos de verano de La Granda (Asturias) durante su primera intervención tras el descanso estival.

«Especialmente» despacio se marcha en la eliminación de barreras en la prestación de servicios profesionales –cuestión por la que la Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) llaman la atención a España de manera recurrente– y en las industrias de red (energía, telecomunicaciones...), así como en la mejora del entorno empresarial mediante la reducción de las cargas administrativas que «dificultan la creación de nuevas empresas», señaló el gobernador.

Asimismo, pidió «mayores esfuerzos» en la mejora del capital humano y las políticas activas de empleo para «favorecer la rápida reasignación de trabajadores hacia sectores en auge». «Europa –aseveró– no puede quedar al margen de la batalla por la supremacía tecnológica» que mantienen Estados Unidos y China.

Mayor coordinación y más Europa

El problema, se quejó, es que la política macroeconómica de la Unión Económica y Monetaria (UEM) «carece de mecanismos efectivos de coordinación». Por ejemplo, los mercados de capitales no solo están «menos desarrollados», con «escasas» empresas que acudan para financiarse, sino que además se encuentran «fragmentados». Así, el número de empresas de reciente creación y crecimiento rápido en Europa es diez veces inferior que en EE UU y cuatro veces menor que en China.

Culminar la Unión Bancaria «antes de que se produzca una hipotética crisis», centrándose ahora en la puesta en marcha del llamado Seguro de Depósitos Europeo y evitar así «potenciales conflictos políticos e institucionales», fue otra de sus peticiones a los líderes de la UE.

«Estas decisiones son responsabilidad de los gobiernos nacionales, lo que dificulta su adopción», lamentó Hernández de Cos, quien se unió a las voces del Banco Central Europeo (BCE) que en su última reunión el 25 de julio pasado advirtieron de que la política monetaria, por muy «acomodaticia» que pueda ser, resultaría «más eficaz» frente a una posible crisis «si otros ámbitos contribuyeran a aumentar el potencial de crecimiento a largo plazo». Y «alcanzar posiciones fiscales saneadas a escala nacional», apuntó, permitiría a la política presupuestaria «desarrollar plenamente su papel estabilizador».

Algo más necesario cuando los riesgos para las perspectivas de crecimiento en la zona euro «siguen apuntando claramente a la baja» por la «prolongada presencia de tensiones proteccionistas» que son «una de las mayores amenazas para la economía mundial». Unido al «foco de incertidumbre de primer orden» que el gobernador ve en el 'brexit', y lo que revelan los índices de gestores de compras (PMI) sobre perspectivas empresariales, ve ahora más cerca la posibilidad de que haya «una ralentización mayor de la actividad global».

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