Laso desborda a Artola y se acerca a las semifinales

Artola abrió el partido de manera magnífica, pero apenas aguantó tres tantos, 3-2. Para entender el triunfo de Laso hay que reflejar su buena relación con el saque (5), su rapidez de piernas, su pegada (4) y su remate cerca del frontis, al rincón o al ancho (7). Es decir, todo, porque al ataque añadió una notable defensa que obligó al delantero de Alegría a buscar los ángulos para ganar el tanto. Y eso que no concedió muchos errores.

Tras ese inicio, un error de Artola dio el saque a Laso con el 3-2. Enlazó tres ganados y sumó tres más con un pelotazo, un gancho y una dejada de volea. Dudaba Artola entre ir a buscar la esférica de aire o alejarse del frontón. Mala consejera la duda. Con 3-8 el partido entraba en una dimension partidista demasiado pronto, pero el guipuzcoano devolvió la igualdad a la pelea. Enlazó tres tantos, dos de ellos de apertura baja a bote y sumó dos más tras castigar a su adversario con un duro tanto y celebrar su primer saque. 8-9, vuelta a empezar, aunque solo reseteó uno de los dos, el navarro.

El juego de Laso explosionó y se llevó por delante a Artola. Le endosó un parcial de 0-9 y se marchó por segunda vez a la silla, 8-18, con el enfrentamiento decidido. Alternó la dejada con el gancho y con el pelotazo, siempre amparado en un saque que incomodaba a su adversario. Dos de los tantos de esa racha, dos fueron con el saque. Disfrutaba de su mejor momento el delantero navarro mientras que Artola no encontraba soluciones. Intentó cambiar el rumbo del partido con un pelotazo que obligó a Laso a defenderse de volea desde el ocho. Frenó la sangría, pero fue algo efímero. Alcanzó el doble dígito gracias al tercer error de Laso y un penúltimo saque antes de mandar la pelota por encima del límite lateral y conceder la iniciativa a Laso. Lo agradeció con un pelotazo, en el siguiente tanto, que le permitió abrir la puerta de la tercera decena, 11-20.

Partido hecho. Quiso revolverse Artola, pero era imposible romper la relación existente con Laso. Añadió dos tantos más antes de que el navarro apelase a una de sus mejores armas, el gancho de aire para cerrar el partido.