«Cuando haces lo que te apasiona no importa lo demás»
La deportista riojana creció y se formó en el EDF, equipo con el que conseguiría años después ascender a la máxima categoría del fútbol nacional
Ana Velázquez lleva más de media vida pegada al balón. Su amor por el fútbol se traslada a la etapa escolar en la que decidió empezar a entrenar junto a sus compañeros de clase, todos chicos. La riojana, con su pericia y destreza con la bola, fue pasando por las diferentes categorías sin llegar a imaginarse que años después alcanzaría la élite del fútbol femenino nacional de la mano del club de su infancia, el EDF.
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–¿Cómo irrumpe el fútbol en su vida?
–Siempre me llamó la atención el fútbol pero empecé a jugarlo de rebote. Recuerdo como miraba a mis compañeros cuando echaban partidos en el patio, hasta que un día decidí probar. Me gustó tanto que me apunté en el equipo de mi colegio, Duquesa de la Victoria, sin importarme que no hubiera ninguna otra niña dentro del equipo.
–¿Cómo recuerda su etapa como escolar?
–Como unos años muy divertidos. Nos lo pasábamos muy bien jugando, porque para nosotros eso era el fútbol, un juego. Sí que recuerdo que algunos compañeros tenían rabietas por ver como una niña sabía pegarle toques al balón mejor que ellos, pero bueno, son anécdotas que vives.
–¿Cuánto tiempo estuvo en un equipo masculino?
–El equipo del colegio lo terminó cogiendo el Escuela de Fútbol de Logroño (EDF), con el que estuve hasta los 20 años. Aguanté con los chicos hasta los 14 años cuando di el salto a entrenar con las chicas. Hubo un momento en el que compaginé los entrenamientos con ambos equipos llegando a jugar a fútbol los siete días de la semana. Cuando haces lo que te apasiona sacas tiempo de donde no hay y no importa lo demás.
–Se formó en las categorías inferiores del EDF hasta llegar al primer equipo...
–Fui pasando rápido por los equipos del club hasta llegar a lo más alto. Esos años, en los que estuve en el primer equipo, fueron duros ya que estábamos constantemente pensando en el ascenso. No solo era ganar la Liga sino que además debíamos superar a los mejores equipos de toda España en el 'play off'. Fue muy exigente pero sobre todo fue bonito ya que conformamos una gran familia y nos recorrimos España para hacerlo posible.
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–Finalmente consiguieron el ascenso a la máxima categoría, ¿qué significó ese hito para usted?
–Significó mucho, no solo como futbolista sino también como riojana. Era impensable que un equipo de la región llegase a Primera, pero lo conseguimos.
–¿Hubiera imaginado en algún momento que llegaría al nivel en el que se encuentra a día de hoy?
–Nunca me llegué a imaginar jugar en un estadio como La Rosaleda en la final de la Copa de la Reina contra el Barcelona. Es algo para lo que nadie está preparado pero de lo que me siento enormemente orgullosa.
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