Borrar
Pablo celebra el primer gol del Yagüe junto a Cristo. Justo Rodríguez
El Yagüe se reencuentra con la victoria ante un peleón Alberite

El Yagüe se reencuentra con la victoria ante un peleón Alberite

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Domingo, 3 de noviembre 2019, 11:00

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

De realizar tus mejores minutos de la temporada, a acabar pidiendo la hora y rezando para que el balón no llegara a los tres palos. Acabó sufriendo de lo lindo el Yagüe para defender una victoria que le hace aumentar la renta sobre al descenso por la derrota de La Calzada.

Tres puntos que comenzaron a labrarse muy pronto. En el minuto tres, Pablo adelantó a los amarillos. Con todo de cara, los locales se centraron en controlar el tiempo del encuentro. Su rival, el Alberite, que vio como todo lo trabajado durante la semana se echó al traste, buscó rehacerse desde el balón. Con la primera media hora de partido cumplida, Luis malogró una buena combinación de los del Sáenz Andollo. Minutos antes del descanso, Asier, in extremis, no picó en el recorte de Guillermo y le desbarató el balón cuando ya encañonaba el disparo. Generaron ocasiones y transmitieron la sensación de que el empate podría no tardar en llegar. Quizás en la segunda. Pero la segunda mitad fue entera amarilla. Fueron superiores en todo a los ayer rojillos. Coleccionaron innumerables ocasiones para firmar la sentencia, y regalaron una vida extra al Alberite en forma de penalti. Once metros que falló Ochoa o acertó Rubén. Ahí comenzó el alzamiento del guardameta local, que desbarató todo lo que le llegó. Tras la oportunidad enviada al limbo por su rival, el Yagüe continuó creando ocasiones de gol. En el 60, Cristo firmó la sentencia tras recoger un rechace del portero Héctor. Los visitantes atisbaron el desastre en forma de goleada en una cesión que no pudieron ejecutarla a las redes ni Asier ni Cristo.

Yagüe

2

-

1

Alberite

Pero a cinco del final, Miguel se inventó un golazo que metió a su equipo en el partido. El tiempo que quedaba era exiguo, pero la oportunidad ahí estaba. En las botas de Ochoa, por ejemplo, que a dos del final volvió a salir mal parado ante Rubén, evitando el empate. La prolongación fue un acoso y derribo visitante. Murieron en el área del Yagüe, con un último libre directo que no encontró el oro del empate. Respiró hondo el Yagüe, que vuelve a ganar.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios