Saúl Garrido, de Calahorra a los Patriots
El futbolista se incorpora el viernes al equipo de la Universidad de Texas en Tyler con una beca deportiva y de estudios
El calagurritano Saúl Garrido Rincón inicia esta semana una aventura en Estados Unidos, becado por la Universidad de Texas en Tyler, para jugar al fútbol ... y estudiar. Todos los equipos de sus diferentes disciplinas tienen el nombre de los Patriots. El joven de 22 años viajará este viernes y se incorporará a la disciplina del conjunto de soccer (así se conoce en el país al fútbol) de inmediato. Entonces comenzará la preparación de pretemporada y el 30 la liga. Para el primer amistoso viajará 1.000 kilómetros.
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La competición es diferente a la que estamos acostumbrados en Europa porque se disputan dos o tres partidos cada semana y termina en noviembre. A partir de ahí se celebran torneos y partidos amistosos, sin tanta exigencia como el campeonato de septiembre a noviembre. Según la clasificación de la liga se accede al torneo nacional, indica Saúl.
Asegura no temer nada salvo la adaptación al idioma, por las clases en inglés, algo que espera superar sin problema. «A las siete de la mañana entrenamos, luego vamos a clase y por la tarde tenemos otro entrenamiento. Esto es así cada día, excepto el posterior al segundo partido. Si jugamos ese segundo partido el sábado, por ejemplo, descansamos el domingo», explica el calagurritano que va a comenzar allí la carrera de Justicia Criminal y deja el grado superior de audiovisuales que estudiaba.
La beca incluye la estancia (manutención y alojamiento) y seguro médico. En este sistema universitario de EE UU tienen tres subdivisiones y en su caso jugará en la División II de Texas. Puede suponer un trampolín para que otras universidades se fijen en Saúl y ascender a la siguiente categoría.
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En octubre del año pasado contactó con él un amigo de su madre, Manuel Álvarez, que tiene una empresa (Usabeca) dedicada a llevar chavales a EE UU. Mandó un par de vídeos para que le viesen por si surgía la posibilidad de recibir alguna propuesta. «De repente me llegaron seis o siete ofertas de diferentes universidades y flipé. Entonces estaba jugando en el Calahorra B, en Tercera división», señala el calagurritano. Su lugar habitual sobre el terreno de juego es el de atacante, pero ha estado ocupando la posición de lateral e incluso de central en algún partido. En el país norteamericano jugará de extremo-delantero.
Aunque tenía todo apalabrado no lo había firmado hasta ver la propuesta del CD Calahorra, porque su ilusión era continuar en el club rojillo, donde ha jugado desde la infancia en todas las categorías hasta Tercera (aquí llevaba tres temporadas). Comenta que cuando la directiva la ofreció seguir, pero en Preferente, tuvo claro que era el momento de cambiar de aires y dar un paso adelante.
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