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(San) Mateo no impide el triunfo de la UD Logroñés
Los blanquirrojos siguen reñidos con el gol y se conforman con ganar por la mínima al Ebro con un gol de Manex Rezola
San Mateo no fue ese jugador brillante que sumarse a la UD Logroñés el día de su celebración, sino un tipo festivo que llegó con ... resaca a Las Gaunas. Pero aguantó. La UD Logroñés venció por la mínima al Ebro, con enorme esfuerzo, algo de sufrimiento y gol de Manex Rezola, pero venció y cierra su periplo de dos partidos consecutivos con seis puntos. Ganar partidos y ganar tiempo.
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UD Logroñés:
Taliby, Val, Ugarte (Iñaki, 59 (Bobadilla, 85)), Cabetas, Camacho (Urki, 59), Marí, Rivero, Otadui (Santana, 59), Lhery (Febas, 59), Manex Rezola y Berto
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Ebro:
Mateo, Attipoe, Espi, Javi (Reques, 83), Escolar (Arechavaleta, 74), Muñoz, Borja, Prat, Kevin (Novials, 59), Paki y Soeiro (Usher, 74).
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Árbitro: Aitor Barrio. Amonestó a los locales Val, Otadui, Camacho y Berto; y a los visitantes Muñoz, Borja y Camacho. Expulsó por doble amarilla a Cabetas, minuto 79.
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Goles:
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Incidencias: Tercera jornada en Segunda RFEF. Festividad de San Mateo. Mañana fría. 2.007 espectadores.
La UD Logroñés aceleró desde el inicio de encuentro la circulación del balón y mostró una mayor predisposición hacia la verticalidad, lo que propició que el Utebo, con la idea clara desde el vestuario, montase dos líneas de cinco y cuatro jugadores muy juntas al borde del área. Los blanquirrojos comenzaron a escribir un largo monólogo de asedio. Primero fue Cabetas, con un disparo lejano; poco después Berto, por dos veces y con la segunda de ellas con Mateo, portero del Ebro, salvando el gol sobre la raya de gol.
Había mejorado la UDL respecto al fútbol de hace siete días, sobre todo en la velocidad del balón, pero no en el acierto. Atrincheró al Ebro y llevó a sus centrales, Ugarte y Cabetas, a los tres cuartos del campo rival. Demasiado tráfico y jugadores fuera de rol, como Ugarte cuando movía el balón como un media punta más. Recursos urgentes, aunque quien marcaba la pauta en ese terreno era Manex Rezola. Talento puro, que pudo marcar a centro de Jose Val, pero el esférico se marchó a córner.
Corría el once maño de lado a lado y carecía de salida, porque la UD Logroñés robaba rápido y alto, pero esas segundas jugadas tampoco eran luminosas dentro del área, porque aunque llegaba con mayor claridad que ante el Náxara su remate no era limpio. Eso sí, jugaba sabiendo de la calma en su sistema defensivo. No salió el Ebro hasta los últimos minutos y no generó peligro, salvo en una escapada de Kevin en pugna con Ugarte, que quizá confió en que el árbitro pitase falta. No lo hizo y Taliby atrapó el cuero en línea de fondo. Sin espacios, a la UD Logroñés le costaba rematar; con espacios, le costaba más llegar. Curioso.
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El valor del gol
Adelantó líneas, algo, el Ebro como si del Alavés B se tratase en la primera jornada. Confiaba en el cansancio local. Se acercó al área de Taliby y Escolar cerró con disparo alto un saque de esquina. Si el partido se ponía a tiro, iba a estar ahí.
Sin embargo, ese cansancio no apareció, al menos tan evidentemente como en días anteriores. Unai Mendia no lo permitió y a la hora de juego dio entrada a Iñaki, Santana, Febas y Urki. Sin embargo, el nombre propio era Manex Rezola. No solo jugaba, sino que se atrevía con la portería maña. Por dos veces buscó a Mateo y por dos veces éste respondió desde el césped y con muchos problemas. El blanquirojo más joven en marcar. Ya es historia del club. No pudieron firmar un tercer encuentro, porque el blanquirrojo disparó de nuevo y esta vez Mateo no dio respuesta. El balón tocó en la zaga aragonesa y despistó a su cancerbero, vencido ya al palo izquierdo.
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Manex es talento puro y desde hoy el jugador blanquirrojo más joven en marcar
Se animó el enfrentamiento porque el Ebro ya no le valía el marcador. Se animó y la UD Logroñés lo complicó y se le complicó. Primero porque Cabetas vio dos amarillas en un suspiro y fue expulsado en el minuto 79. Las dos, evitables. Segundo, porque Iñaki tuvo que dejar el campo lesionado en el 85 (como Lupu hace siete días). Le suplió Bobadilla, que iba a jugar sí o si para mantener el sistema defensivo. Y tercero, porque perdió el balón. Aguantó como pudo. Estar reñido con el gol, y dosis de mala fortuna, hacen que sus partidos sean inciertos, aunque como dice Unai Mendia, lo importante es ganar, aunque el juego no sea brillante. De momento manda el marcador.
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