Villos, que salió el segundo tiempo, se retirá a vestuarios tras acabar el partido. Carmelo Betolaza

Fútbol | Segunda Federación

Tormenta en La Salera

El Gernika gana en Nájera aupado por su acierto y fe, pero también por la debilidad local

Sábado, 20 de septiembre 2025, 21:56

Era el día. El día para que el Náxara cambiara el rumbo tras un empate y una derrota de última hora. Lo era, pero no ... lo fue. Los najerinos sucumbieron ante el Gernika, 1-4, merced a su debilidad defensiva y a un exceso de nervios que apareció inopinadamente. Tres goles de los vascos fueron poco habituales, pero cuentan. Y ahora lo que cuenta ya es únicamente el gol y la victoria.

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Náxara:

Lleyda, Viti, Marañón, Ochoa (Izan, 69), Caño, Merino (Markel, 65), Álvaro, Campos (Hugo, 59),Rojo (Landin, 69) Lallana y Orodea (Villos,59)

1

-

4

Gernika:

Gorka, Kortazar, Lorente, Berasaluze, Izan (Gorka, 69), Anton (Arberas, 83), Beñat, Anzo, Unai, Herri (Zuga, 81) y Baque.

  • Árbitro: Fermín Rodríguez. Amonestó a Rojo, Anton y Baque.

  • Goles: 0-1, m-32. Herri; 0-2, m. 39. Unai; 1-2, m. 45+. Álvaro; 1-3, m. 58. Herri; 1-4, m. 88. Zuga,

  • Incidencias: Tercera jornada en Segunda RFEF. La Salera. Tarde soleada con amenaza de tormenta. Terreno de juego en buenas condiciones.

El partido entre dos equipos que pelearán por plazas próximas en la tabla se camufló en una tarde soleada, con amenaza de lluvia y con truenos en los pinares. Y llovió, vaya que sí llovió. El Náxara, con cambios importantes respecto al once que jugó en Las Gaunas, dio muestras de criterio en su inicio. Tener el balón e incluso crecer a partir de él, aunque pasó del recurso del esférico en largo hacia Orodea a abusar de él, lo que derivó en poca posesión. Llegaba con centros laterales, pero sin nada que contar dentro del área del Gernika.

El vasco es uno de esos equipos que observa cómo pasan los minutos y cuando no lo esperas te clava el puñal. El orden del Náxara derivó en descontrol. Merino y Álvaro no soldaban; la zaga estaba fuera de sitio y Lleyda, sustituto de Toño, con los nervios propios del debutante y de tomar el testigo a un jugador importante en La Salera. Conclusión, el Náxara desapareció en su propio caos y el Gernika dio un paso adelante, aunque no rompió el partido tras una larga jugada, sino con dos toques. Golpeó en largo de Gorka, controló Herri, corrió y superó a Lleyda por el palo largo. Sencillo de contar, difícil de hacer. Lo más grave de ese gol es que nació en un saque de esquina a favor de los locales.

El mazazo fue notable, mazazo que alimentaba la zaga local con su inseguridad. Para colmo de despropósitos, el once vasco anotó el segundo tras botar Unai una falta que golpeó ewn la barrera. Lo que sigue es lo de siempre. Desvía el balón y lo aleja de Lleyda. Gol. ¿Sentencia? De momento, vida.

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No se encontraban cómodos los locales, pero siempre tendrán a Orodea. Se fabricó una jugada y de su disparo fallido nació un rechace que dejó el balón a Álvaro al borde del área. Le pegó seco, toco el larguero y entró.

Todo cambiaba una vez más, cambiaba como la tarde. El Náxara volvió a tomar el control del partido y el Gernika a asumir su rol de actor secundario, pero atento al despiste del protagonista. Enlazó el once local varias salidas por la derecha, con Campos, después de que Orodea lamentase el empate no alcanzado a la salida de un saque de esquina. Llegaban los locales, aunque Gorka no se asustaba. Más miedo causaba Herri, que ya había roto el partido en el primer tiempo al abrir el marcador y repitió en el segundo. Lo hizo todo, robar el balón en el círculo central, irse de todos los que salieron a su paso y marcar desde la frontal del área con un disparo cruzado. Demasiadas gentilezas defensivas.

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Arturo Guerra se jugó la última mano. Villos y Hugo entraron en escena; más tarde lo hicieron Izan, Markel y Landin. Todo o nada con media hora por delante y 1-3 en el luminoso. No salió nada. No porque el Náxara no lo intentase. Y eso que Viti pudo dar emoción al tramo final, pero a un metro de la línea de gol mandó el balón demasiado alto. Al contrario, Zuga aumentó la renta del Gernika. Y un 1-4 no es un 1-3, es más llamativo.

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