UDL y Alfaro, Las dos caras de la misma moneda
UD Logroñés, fracaso, y Alfaro, éxito, cierran esta tarde sus respectivas temporadas en Las Gaunas
Las Gaunas baja el telón, al menos para la UD Logroñés. Lo baja entre una profunda decepción tras una temporada fracasada en la que lo ... único que ha estado a la altura es su afición. Y lo baja con el Alfaro como coprotagonista. El último partido antes del árido verano cita a las dos caras de la misma moneda en el mundo del fútbol: el éxito y el fracaso acuñadas además por su potencial. La UD Logroñés, el equipo con mayores medios del grupo, no solo no ha logrado el ascenso directo, sino que ni siquiera peleará por él. El Alfaro, conjunto humilde, ha sabido exprimir plantilla, cuerpo técnico y afición y de ahí el premio de la permanencia, objetivo que se marcó al inicio de la pretemporada.
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El partido de esta tarde es un punto y seguido a la pesadilla que vive la UD Logroñés. Seguido porque continuará en Segunda Federación por tercera temporada consecutiva. Y punto, porque se acaba un ejercicio para olvidar en el que se han sentado hasta cuatro entrenadores en el banquillo, síntoma de diez meses de los que aprender, aunque el hombre sea el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Y por supuesto, ese punto y seguido también lo escribe el Alfaro, pero con orgullo.
«Hay muchísimas razones, muchísimas, no una exclusiva», decía el viernes Carlos Lasheras, que no seguirá en el club y de hecho, desde la entidad ya se ha contactado con varios directores deportivos. Se refería a no cumplir el objetivo, en el caso de la UDL casi siempre ligado al ascenso.
El Alfaro llega al final de temporada con la lección aprendida. Ya vivió en Segunda Federación hace dos campañas, pero descendió. Aquel mal momento le sirvió para tomar decisiones y aprender de los errores: recuperar la categoría en una campaña (con colaboración de la UDL) y lograr la permanencia en su regreso. El fútbol es un escenario en el que cuesta mucho alcanzar la gloria y muy poco perderla. La UD Logroñés no ha aprendido casi nada de sus experiencias. A saber.
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En el año 2021 descendió en el último partido, frente a Las Palmas, tras una campaña muy complicada marcada por la pandemia. En el 2023 descendió tras otra campaña difícil; y en el 2025 no logra ni siquiera pelear por el ascenso desde su más que privilegiada posición. «Si a principio de temporada me llegan a decir que íbamos a estar aquí y en estas circunstancias no me lo hubiera creído», remataba el técnico, después de admitir errores. No podía ser de otra forma.
Errores en la planificación y en la ejecución. En estas tres temporadas han pasado ocho entrenadores por el banquillo, siete de ellos en las dos últimas. Fallos graves en fichajes, de jugadores y de entrenadores, en un escenario en el que crear un equipo completo es un riesgo más. No se ha aprendido el manejo del extraño mercado de invierno, al que acudes cuando no aciertas del todo en el de verano. Mismos errores. La cuestión es si es por desconocimiento o por mala suerte. Lamentaba Lasheras la lesión de tres jugadores importantes, sin especificar quiénes. Bien podrían ser Ugarte, Sarriegi y Lupu, sin olvidar a Iñaki. Había tiempo y dinero para reaccionar. Valcarce bien podría ser Van La Parra y Joao Dias, Dani Giménez en el 2021. O los del 2023: Rufo, Algarra y Attipoe. Movimientos agravados este ejercicio por la guerra interna, visible en el nombramiento de Yayo Urzay cuando la dirección deportiva tenía previsto anunciar aquel mismo día el fichaje de un nuevo entrenador y su destitución dos semanas después por quien había trabajado en la contratación del nuevo entrenador, el tercero.
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Las temporadas que acaban en año par suelen ser más exitosas. La UD Logroñés tiene por delante un complicado papel que interpretar y, además, no sabe si con el patio de butacas lleno como hasta ahora, semivacío o vacío. Si no aprende, se confirmará una vez más que el hombre es el único animal que tropieza dos veces, o más, con la misma piedra Y el Alfaro ha demostrado no ser ese hombre.
Partido de trámite pensando en la próxima campaña
ltimo partido. El primer fin de semana de mayo pone punto y final a la temporada de la UD Logroñés y Alfaro. Apenas hay algo en juego, aunque los locales aspiran a un premio menor como es la Copa del Rey. En sí, el atractivo de este partido no reside en el césped, sino en el palco, donde se sentará Félix Revuelta. Y este tiene que tomar decisiones. La primera, el futuro de Carlos Lasheras.
El técnico se despide del banquillo y, salvo giro de última hora, del club en la que es su segunda etapa. Cinco años en total. Y en esta despedida no se esperan sorpresas. Al contrario, mantendrá la confianza en su guardia pretoriana, en esa idea que ha marcado su presencia en la banda. Confianza en quienes ha firmado, no en todos, y escepticismos con quienes llegaron desde el filial.
El Alfaro pisará Las Gaunas para despedir una temporada histórica. Con esa satisfacción y tranquilidad, sí, pero también con la gasolina justa, como reconocía Óscar Gurría el domingo tras caer ante el Alavés B. La exigencia y entrega en el tramo fundamental de la temporada, las que llevaron a engordar la mochila hasta la salvación, pasan factura ahora en esta recta final a los blanquillos. Ahora bien, estos partidos son ya intrascendentes. Son varios los que llegan tocados, lesionados o sancionados. Cargados, todos.
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