Carlos Bravo, de niño de Cuéntame a una de las barbas del fútbol

– Con diez años decidió ser futbolista y aparcar su carrera de actor, que había comenzado con un casting para Cuéntame y seis episodios como el 'señor García'. ¿Acertó?

– Sí, porque el fútbol me ha dado muchas alegrías, recuerdos imborrables y amigos para toda la vida. La actuación fue una etapa muy feliz y me gustaba mucho, pero cuando llegó el momento de decidir lo tenía claro. Ahora bien, el futbolista tiene caducidad por lo que nunca es tarde para volver a ser actor.

– Puerta abierta entonces.

– No sé cómo podría volver, pero sigo siendo un actor en mi día a día.

– ¿Qué recuerda de aquella etapa?

– Tardes o días enteras grabando. Me llevaban mis abuelos o mi madre al estudio. Me juntaba con Ricardo y otros actores y echábamos buenos ratos jugando, por ejemplo, al fútbol.

– ¿Guarda algún contacto?

– El tiempo pasa y en mi caso soy un poco dejadillo para mantener las relaciones. Sí que nos hemos visto en alguna ocasión, pero no se puede decir que sea una relación constante.

– ¿Qué porcentaje de actor hay en un futbolista?

– En mí caso, ninguno. Peco de no tirarme más dentro del área.

– Actor, futbolista y una barba reconocible, que no es la única en este deporte.

–Me llaman de todo, Villalibre, Iglesias,... Me gusta mi barba y no me imagino sin ella.