La falta de gol vuelve a condenar al Haro

Pero la falta de acierto volvió a condenarles. Como si una maldición se hubiese apoderado de la portería rival, los balones la esquivaron por arriba, derecha e izquierda.

En alguna ocasión el guardameta Felipe tuvo ocasión de lucir su buen hacer como cancerbero pero, en la mayoría de los casos, no le hizo falta estirarse mucho. El Tudelano fue un rival con mucha más envergadura y determinación, muy superior en la definición de las jugadas y, con lo que faltó al Haro: acierto.

Pero los jarreros no dejaron de intentarlo y luchar, como solo lo puede hacer el colista de la clasificación, dejándose todo. Pero no bastó.

Seguirá el Haro Deportivo luciendo el farolillo rojo. A buena distancia del penúltimo, el Izarra, con once, que tampoco consiguió puntuar esta jornada.

La primera parte fue intensa, de las que no permite al espectador apartar la vista del terreno de juego, porque en cualquier momento puede producirse un gol.

Hasta el descanso se sucedieron las ocasiones con peligro por parte de ambos equipos. Inicialmente con un férreo asedio del Tudelano, que lanzó una advertencia recién pitado el inicio del encuentro de las botas de Diego Suárez.

En mitad de este ataque no tardaría en adelantarse el Tudelano, convirtiendo el partido en una nueva losa para los de Aitor Calle (ausente en este encuentro por ver la roja frente a la SDL) y obligando a los jarreros a jugar a remolque.

Una difícil situación que ya no es extraña para los blanquinegros, ya que les ha sucedido en numerosas ocasiones esta temporada (el Osasuna B lo logró en el segundo 15 casi recién iniciada la temporada, como un mal presagio).

Pudo llegar el segundo después de una carrera de Rodrigo por la banda derecha a su antojo y tras adelantar a Duro pero, afortunadamente, efectuó el disparo prácticamente solo pero se perdió por la izquierda.

La presión continuaba por parte de la escuadra navarra, hasta 3 córners sacaron durante los primeros veinte minutos,

Y entonces, el juego jarrero cambió. Comenzó con la salida de Morgado, por lesión, lo que propició la entrada de Butzke con la que la zona media del campo despertó.

El ataque local revivió, y surgieron ocasiones de Manjón, tras asistencia de Butzke, o de Bueno, que se perdía por la línea de fondo.

Así llegó el encuentro al descanso. Con dos goles en contra, aunque en la reanudación los jarreros volvieron con ganas.

La segunda parte la intensidad se redujo por parte de ambos equipos, de forma inversamente proporcional al incremento de la lluvia y el viento sobre El Mazo.

Y el partido se desdibujó. La tensión de la primera parte había desaparecido, los riojanos seguían luchando, pero ya con la fuerza del que quiere defender su dignidad pero sabe que, una vez más, está todo en contra.

Los navarros se replegaron, cómodos, esperando el contraataque.

A pesar de los numerosos cambios realizados en el equipo, el Haro no era capaz de remontar la situación y en el minuto 67 llegó el tercero para los navarros: Rodrigo materializaba un pase de Ángel Sánchez que fulminaba las esperanzas de los riojanos.

Después llegaron los cambios para los de Nacho Martín, mientras observaban desde la barrera la desesperación local, que lo intentó un par de veces más desde el área, sin más.

Un córner propició un centro de Iru a punto de cumplirse el minuto 91, pero la suerte no estaba del lado blanquinegro, que continúa con una solo victoria en la mochila esta temporada.