Esfuerzo sobresaliente, empate insuficiente
Los blanquirrojos se aplicaron a la exigencia del partido y del campo, mostraron una notable actitud, controlaron el duelo, tuvieron ocasiones para ganar el partido pero se quedaron con un amargo reparto de puntos
En estos días, los escolares riojanos han recibido las notas del segundo trimestre, justo antes de comenzar las vacaciones de Semana Santa. Las alegrías y las penas de estos días estarán marcadas por lo que haya traído el aire. Desde los decepcionantes insuficientes a los celebrados sobresalientes, existe un listado de emociones que varía en función de lo que se haya conseguido. Algunos pensarán que han merecido lo que han recibido, mientras que otros opinarán que sus resultados no han estado a la altura de los esfuerzos realizados.
La UD Logroñés podría incluirse en el grupo de los segundos tras el empate (0-0) obtenido ante el Arenas este jueves. Los riojanos se aplicaron a la exigencia del partido y del campo, mostraron una notable actitud, controlaron el duelo, tuvieron ocasiones para ganar el partido... pero se quedaron con un resultado que es insuficiente en sus aspiraciones de mantenerse vivo en la lucha por el ascenso a Segunda.
La de Gobela era una final de Primera. Porque el sueño de alcanzar las plazas del 'play off' pasaban por Guecho. Y porque el adversario es un histórico. El conjunto vasco es uno de los fundadores de la máxima competición del fútbol español y cuenta en sus vitrinas con una Copa, la de 1919. Casi un siglo después, sus tiempos gloriosos quedan ya muy atrás pero, con la salvación cercana a cerrarla (esta tarde la podían dejar prácticamente certificada con una victoria) y asentado en el centro de la tabla, Sergio Rodríguez tenía claro que batir al contrario de esta jornada no iba a ser tarea fácil.
Más todavía en un campo complicado, de hierba artificial y agobiante en sus dimensiones y en su entorno. Por tanto, el triunfo pasaba por una adaptación deportiva y mental a lo que el partido y el terreno de juego requerían.
El choque apuntaba a un juego mucho más directo del que está acostumbrado a practicar el equipo blanquirrojo. Así lo entendió desde el inicio el técnico visitante, con una alineación con Marcos André y Chamorro juntos, y la intención desde el primer minuto de especular lo menos posible y acabar las jugadas en el futbolín de Gobela.
Además, tocaba estar especialmente atento, en tensión constante, para evitar sustos en un encuentro que iba a dar pocos respiros y en el que el balón iba a estar muy poco tiempo fuera del campo y mucho por las alturas.
Con el Arenas muy cómodo en este juego que controla a la perfección y con la idea clara de rematar cualquier balón que se acercara a la portería de Miguel, Zamorano dio el primer aviso a los cinco minutos que Miguel Santos tuvo que sacar bajo los palos.
Cierto es que la UDL también amenazaba por medio de Espina y de Marcos André. En el minuto 16 pudo estrenar su marcador los riojanos pero lo impidió un paradón de Txemi con la pierna. El cancerbero local fue capaz de reaccionar al cambio de dirección del balón tras golpear en un compañero el disparo de Marcos André y evitó el final feliz de una buena jugada.
El partido no tenía descanso. Era difícil que el choque encontrara un dueño pero, si alguien tenía las de ganar a la hora de hacerse con el juego, ése era el Arenas. Es lo que tiene conocer al dedillo un campo tan particular como el suyo. Cada jugada en la que el balón pasaba la línea central, los vascos querían convertirla en algo que, al menos, sembrara poco a poco el miedo en su adversario.
La mala noticia de la tarde llegó con la lesión de Álvaro Arnedo en la rodilla izquierda en el minuto 37, que tuvo que ser sustituido por Muneta. Falta conocer el alcance pero las malas sensaciones sobre el terreno de juego y los gestos de dolor del jugador obligan a tener cautela y esperar que sea menos de lo que en un principio pudo parecer sobre el césped artificial de Gobela. Tras unas primeras exploraciones, se cree que podría tener tocado el ligamento lateral externo.
Rubén Martínez pudo hacer olvidar el mal trago un minuto después de que su compañero fuera retirado, pero no acertó con su disparo para batir a Txemi.
La segunda parte comenzó con una UDL más asentada pero sin peligro por ninguna de las dos partes. En el 56, Espina tuvo el primero. Remató con la izquierda pero, si en la otra ocasión clara de los logroñeses fue Txemi el salvador, esta vez fue Lozano el que sacó el balón bajo palos. Los aficionados riojanos desplazados a Guecho pasaron de celebrar el gol a echarse las manos a la cabeza ante la oportunidad perdida.
Dominaban los blanquirrojos el partido de la mano de un siempre presente Muneta. Espina volvió a acariciar el gol pero esta vez se entretuvo en lugar de disparar a la primera y se le escapó de nuevo otro momento para convertirse en la estrella de la tarde.
Pese al dominio, el partido se iba. Y con él la oportunidad de aprovechar el tropiezo del Gernika y apretar un poquito más la parte alta. LA UDL necesitaba goles pero no llegaban. Ni con la entrada de Ñoño, bigoleador el pasado fin de semana.
Metió Sergio Rodríguez a Titi y en su primer contacto con el balón se combinó con Ñoño para que Marcos André disparara, con la mala fortuna de que su tiro se fue fuera a escasos centímetros del poste. Era el minuto 80 y no hubo mucho más que contar del partido... salvo la expulsión de Ñoño con el partido prácticamente acabado.
Una falta que parecía sin apenas importancia, la convirtió el colegiado en una roja para el blanquirrojo, que se sumará la próxima jornada a las ya numerosas bajas de una UDL a la que ya no le salen las cuentas nada clara y que se va de Semana Santa con el mal sabor de este empate insuficiente.