Un gol de Esteban da la victoria a la SD Logroñés

El equipo aragonés, paradójicamente, controló buena parte del encuentro, en gran medida también la posesión del balón, pero apenas logró inquietar realmente al guardameta local Jero en tres ocasiones. Fue la SDL la que realmente llegó con peligro al área contraria. De hecho, prácticamente en la primera llegada importante del partido sumó el gol que otorgó la victoria a los locales. Calderón se internó en el área zaragozana por el flanco derecho, disparó y el rechace llegó a Esteban, quien aguardaba bien situado en el segundo palo, rebañó el balón y lo cruzó lejos de los guantes del portero Miguel: 1-0.

A continuación, el partido prácticamente se jugó en el campo de la SDL, pero sin que la Ejea fabricara oportunidades para marcar, le fallaba el último pase y, muy esporádicamente, el remate. En el 21 Emilio centró una falta lejana y Caneda remató fuera. En el 27 llegó la única jugada de peligro de los visitantes, fue un disparo cruzado y débil de Carlos Vicente que atajó en dos tiempos Jero. Poco más aportó la Ejea en la primera parte, aunque mostró ímpetu y ganas, pero no acierto. Parecía un desierto cuando lanzaban balones arriba y estos llegaban muertos al área para que Jero los recogiera huérfanos de peligro. No había delanteros. Segovia quedaba muy lejos de las pelotas. Antes del descanso, en el 44, Emilio gozó de otra ocasión para marcar, pero el balón se marchó fuera.

Ya en la segunda parte la Ejea, de nuevo, saltó con fuerzas renovadas, pero con la misma mala puntería. Sobre todo en los primeros minutos imprimió un fuerte ritmo al juego que obligó a la SDL a esforzarse al máximo para mantener juntas las líneas y no dejar pasar a los jugadores rivales. Fueron los mejores momentos de los zaragozanos pero, otra vez, no creó verdadero peligro. Era como si no hubieran saltado los delanteros al campo.

En el 54, un córner mal sacado por Calderón se convirtió en un disparo de Emilio, aprovechando el rechace, que se marchó fuera. Solo en el 60 cabe destacar un pase de Carracedo a Segovia y un disparo de este que detuvo Jero sin problemas. Y poco más de los aragoneses porque, si acaso, en el 86 Brian quiso ceder de cabeza, dentro del área, a un compañero, y la bola se la arrebató Jero otra vez. Y de nuevo el portero local atrapó una pelota por alto cuando en el 91 Nahuel centró un balón desde una falta lejanísima en la que los jugadores del Ejea barajaron que su portero, el riojano y excapitán de la UDL Miguel, subiera a rematar.

En cambio, la SDL sí pudo ampliar el marcador. En el 65 Albert Aguilá sustituyó a sus hombres de ataque. Imanol y Javito salieron del campo y en su lugar entraron Sánchez y Achi. Y fueron estos quienes en el 72 galoparon en un contraataque y el segundo, al disparar encarando al portero, estrelló el balón en el palo.

Ciertamente la SDL realizó un trabajo descomunal en defensa y en el centro de campo, con una gran labor de contención y de recuperación de balones. Y eso que la línea defensiva se vio trastocada. Primero, porque Alain sustituyó a un lesionado Aizpún. Y segundo, porque en el calentamiento el capitán Ledo se lesionó y en su lugar, como titular, jugó Pirri. Pero los cambios no resintieron al equipo, todos rindieron a buen nivel, como después destacaría el entrenador blanquirrojo, Albert Aguilá, en la rueda de prensa después del encuentro.

Así se llegó a la recta final del partido con la Ejea viva, suspirando por el empate, puesto que los logroñeses no habían sido capaces de matar el partido con un 2-0. Pero la sensación de peligro realmente era falsa. El 1-0 en el marcador era una renta corta y cualquier ocasión podría echar al traste todo el trabajo realizado durante el encuentro, pero los zaragozanos habían acudido al Mundial 82 sin munición.