El Calahorra, en la cresta de la ola

A finales de enero, una derrota contra el Ebro y el empate en casa ante la Mutilvera llevaron al Calahorra a días de introspección y cierto desánimo. Pese a seguir en el primer puesto, no era el rojillo un equipo alegre que transmitiese las sensaciones que se presuponen a un líder. Ahora el panorama es muy diferente, y es que nueve puntos de nueve levantan a cualquiera.

El Calahorra arrancó el mes de febrero ganando por 0-2 al Izarra en Merkatondoa, un complicado campo que no permite exquisiteces. Frente a su rival más difícil de este tramo, la SD Logroñés mostró su mejor imagen en numerosos aspectos, como la fluidez en ataque, el trabajo coral, la solidez defensiva, la intensidad... Fue una victoria por la mínima en el derbi, pero la diferencia en el campo fue mayor de la que ilustró el tanteador. El domingo puso la guinda a este tramo antes de este fin de semana de descanso ganando en Tarazona a un equipo herido.

Es la primera vez en el curso que el Calahorra encadena tres triunfos, señal del despegue rojillo. En estos partidos los de Diego Martínez han mostrado abierto su repertorio, aprendiendo del curso de la temporada, convertido en un equipo más directo y menos cerebral en ataque; confiando más en extremos puros que en jugadores habituados a jugar hacia dentro; repartiendo oportunidades entre la plantilla con novedades como la inclusión de Jorge en punta, Jesús Álvarez como único pivote o el extremo Cristian Fernández; y evidenciando que el banquillo puede ser igual de importante que el once titular, ya que de los suplentes nacieron los triunfos en Estella y Tarazona.

El Calahorra sigue algo peleado con el gol –solo ha marcado 12 en 15 partidos–, manteniendo sus partidos en resultados cortos, aunque ha logrado este mes abrir algo más sus marcadores por primera vez. Necesitará más contundencia en el futuro. A lo que no se le puede poner pegas es a su labor defensiva, destacándose cada vez más como un equipo seguro y solidario.

Ahora, el Calahorra puede mirar cuándo se asegurará su puesto entre los tres primeros de forma matemática. En la antepenúltima jornada, que se jugará el 7 de marzo, le valdría firmar el mismo resultado que la Mutilvera y el Ebro, o incluso con perder sería suficiente si estos no ganan. Pero de poco valen los cálculos, ya que el hecho de que los puntos logrados en esta fase cuenten en la siguiente invitan a luchar por cada uno de ellos. Y es que una vez haya alcanzado el primer reto, el Calahorra aspirará a entrar en el 'play off' de ascenso a Segunda División.