Un futuro escaso de esperanza

Este punto deja, por tanto, un futuro escaso de esperanza para los riojanos. Tanto por lo lejos que se adivina la permanencia con tan pocas jornadas por delante, como por los escasos argumentos con los que cuenta el equipo dirigido por Aitor Larrazabal para alcanzar un pleno de victorias en las cinco jornadas pendientes.

Esta vez, la SDL lo intentó cuando se vio abajo en el luminoso pero solo encontró el gol entre una maraña de continuos acercamientos inanes. Y el empate sirve para sumar, pero la sensación es que otros dos puntos muy necesarios se han quedado por el camino.

Después del disgusto del partido pasado ante la Ponferradina, en la que el conjunto blanquirrojo recibió tres goles en los primeros trece minutos, y del «cabreo» reconocido por Aitor Larrazabal, se esperaba que el once puesto sobre el césped de Las Gaunas por el técnico capitalino saltara al terreno de juego con especial cautela a la hora de proteger la portería de Uri. Pero ni un minuto había pasado desde que Mallo Fernández diera comienzo al encuentro cuando la parroquia local se llevó el primer susto. En una mala salida de balón, una cesión desafortunada hacia atrás en el primer tercio del campo dejó el balón en los pies de Svensson, que disparó cruzado para que el cancerbero logroñés se luciera con una estirada y desviara la pelota a córner.

Respondió la SDL un par de minutos después con un centrode Óscar desde la banda derecha que Salado cabeceó desviado.

El partido se jugaba principalmente en los medios y, pasado el cuarto de hora, ambos equipos repitieron ocasiones. La SDL tuvo la más clara. En un córner botado en corto, Luzzi centró cerrado al segundo palo, Salado dejó hacia atrás y el balón cruzó el área pequeña para que de nuevo Luzzi rematara fuera a un metro de la portería.

Svensson, el mejor jugador sobre el césped, la tuvo otra vez para los rojillos (ayer de azul celeste), con una falta desde la izquierda que se marchó lamiendo el poste local.

En el 24, el ariete barcelonés disfrutó de la tercera en una jugada de Ander Yoldi de nuevo por la izquierda (cómo sufrió Gexan por su banda). Cedió a Svensson que, ya en el área pequeña y sin controlar el balón, disparó. Uri estaba bien colocado cubriendo el palo corto y despejó el tiro cruzado del delantero rival.

Los nombres de Yoldi y Svensson causaron terror en la defensa blanquirroja en la primera mitad. Solo les faltó el gol a los dos componentes de la ofensiva visitante para completar unos primeros 45 minutos sobresalientes.

Cerca se quedó el Osasuna de cerrar la primera media hora por delante en el luminoso del Municipal. Primero, en el minuto26, tras un centro desde la derecha de Molina que Murua no acertó a despejar en el segundo palo. Svensson se encontró el balón encima, sorprendido por el fallo del defensor. En el 29, Yoldi protagonizó una gran jugada individual, llegó hasta la línea de fondo pero su pase de la muerte no encontró a nadie que empujara el esférico.

Y, pese a todo, aún pudo la SDL marcar antes del descanso. En el minuto 41, Damià botó una falta desde la derecha, remató Salado casi a bocajarro y Valencia despejó a córner tirando de buenos reflejos.

Salió de los vestuarios el filial rojillo con más ganas de irse hacia adelante. Yobtuvo pronto su premio. En el minuto 52, Svensson, cómo no, recibió dentro del área. Trespalacios no midió y se llevó por delante al jugador visitante. El propio delanteró se encargó de tirar el penalti. Uri detuvo en primera instancia, pero el rechace volvió al lanzador que, esta vez, acertó a llevar el esférico a la red. Merecido premio al mayor interés de los de Santi Castillejo.

Asumió entonces mayor protagonismo la SDLogroñés y Larrazabal dio entrada a Ferni y Escobar por Luzzi y Schmerböck para intentar buscar la portería rival con más asiduidad. No lo consiguió en principio, aunque el balón al menos rondaba el último tercio del campo .

Se defendía con orden el Osasuna B, pero veía a una SDLmás incisiva. Y en el minuto 70, resolvió Escobar. Ferni se sacó un centro tras una buena acción, cedió Óscar en corto a su compañero y el ariete se revolvió con clase y cruzó el balón engañando a Valencia. Respiraban los de Larrazabal.

Insistió la Sociedad por la banda de Óscar, el más incisivo de los locales, pero no encontraba el centro preciso ni el remate certero. Esta vez sí que los capitalinos buscaban con ahínco los tres puntos, sobre todo, cargando el juego por la banda derecha. Ahora bien, faltaba la calidad para decidir en los metros decisivos.

Y así fue hasta el final. Mucho '¡Uyyyy!' en la grada, pero con los tres palos lejos de ver el balón pasando por debajo ellos. Un punto para cada uno. Insuficiente para un Osasuna en peligro. Pírrico para una SDL con escasas esperanzas.