La Rioja Bike Race oferta su cita más abierta al triunfo

LRBR 2019 muta. No comienza en su tradicional viernes, sino que adelanta el inicio al jueves. Y no tiene tres etapas, sino cuatro y, por supuesto, sigue dentro del calendario UCI y reparte suculentos puntos para la clasificación anual. No abandona la tierra de Cameros y de Moncalvillo, pero sigue buscando nuevos recorridos. No se alcanzarán los 1.000 inscritos, pero continúa siendo una cita muy populosa, 950. Incluso varía hasta en el nombre de los favoritos al triunfo, si bien se mantiene el de Carlos Coloma. Clàudia Galicia se autodescarta, aunque la catalana es la reina absoluta de esta carrera, con cinco victorias absolutas, es decir todas, y su gen competitivo no la descarta, aunque ella diga que sí. Serán cuatro días, 220 kilómetros, la edición más larga, y 5.215 metros de desnivel positivo acumulado.

«La Rioja Bike Race mantiene su esencia, a pesar de que ha ido creciendo desde que nació, en el año 2014», indica Carlos Coloma. El albeldense se presenta en su casa con un nuevo proyecto que tiene como grandes coprotagonistas a BH, la eternas casa de bicicletas, y Cafés Templo, una firma que nació en La Rioja. Coloma ganó las dos primeras ediciones, perdió la tercera tras salirse de ruta el último día en Moncalvillo, pero su mente está puesta en la Copa del Mundo. Si puede, irá a por la victoria, porque su corazón domina a su mente cuando corre en casa, aunque el miércoles de la próxima semana volará a Alemania, donde arrancará la Copa.

El inicio de La Rioja Bike Race es absolutamente inédito. Concluyó la pasada edición con una etapa desconocida para la prueba, pues discurría por los meandros de río Ebro. En esta ocasión, la primera etapa no saldrá, por primera vez en su historia, desde el Palacio de los Deportes, sino desde La Grajera, desde la bodega que allí tiene el Gobierno de La Rioja. Los ciclistas la denominan 'Flash stage', aunque perfectamente se le podría llamar 'Rápido, que son pocos kilómetros'. 17,6 con un de desnivel de 284 metros. El trazado discurre por La Grajera y por el entorno del campo de golf antes de pasar al sur de la AP-68 para subir el pico del Águila y después, ya al norte de la autopista, el repecho de La Pila. Luego, a dar pedales hasta el Palacio.

La salida está prevista para las 16.00 horas. Se afrontará por categorías. Primero, Élite Masculino; después, Élite Femenino (16.05); y acto seguido, las diferentes categorías Máster (30,40, 50 y Féminas), con diez minutos de diferencia. «Aquellos que tienen la intención de disputar la prueba, la jornada es perfecta para apretar y poder sacar segundos de ventaja. Los que piensan más en disfrutar de La Rioja Bike Race, que se lo tomen con tranquilidad para no cargar en exceso las piernas. Quedarán aún tres etapas largas», indica Carlos Coloma.

La segunda jornada, que se adentra en el Camero Viejo, sí que muestra novedades. 79,3 kilómetros que incluyen Viguera y sus canteras, el ascenso por senda Preciosa, y no descenso, y la bajada por la senda de Luezas, y no subida. Cambios respecto a años anteriores, aunque los participantes disfrutarán de nuevos caminos y descensos, caso de La Leñosa, Senda Negra y Las Ruinas. Etapa más dura de lo que parece, sobre todo si el pelotón marca un alto ritmo desde la salida y hasta Nalda, con kilómetros muy rodadores.

La tercera y cuarta etapas son más conocidas para quienes hayan completado La Rioja Bike Race en años anteriores. La primera de ellas tiene dos grandes protagonistas: la Calzada Romana hasta Torrecilla, muy rápida en este momento, y Moncalvillo y su entorno. Una vez más, los primeros quince kilómetros son muy rápidos. Luego llegará la exigencia. Y para cerrar no podía faltar Clavijo. Etapa peligrosa por lo acumulado hasta ese día. Casi la mitad de kilometraje que el día anterior (48,6), pero muy, muy rápidos y con diferentes sendas, caso de Trevijano, Fraile o la nueva Resentida, sin olvidar la Culebra.