El oro incontestable de Dascalu
El corredor de Entrena gana el Mundial de Canadá Sub'23 con una autoridad enorme en un año para enmarcar
Vlad Dascalu ha asumido el papel de favorito al maillot arcoíris que diferencia al campeón del mundo y ha logrado la medalla de oro en ... la cita de Cross Country de Mont Saint Anne (Canadá) que se ha disputado este viernes. Un oro que confirma que es el mejor biker Sub'23 del planeta y que se suma al logrado en el Nacional de Rumanía y en el Europeo. Para redondear este año 2019, al ciclista de Entrena sólo le falta ganar la Copa del Mundo, que lidera con 70 puntos de ventaja sobre el segundo, el suizo Filippo Colombo, y que puede alcanzar el 8 de septiembre en Snowshoe (Estados Unidos). Un año irrepetible.
Resulta complicado saber qué ha cambiado en la mente de Dascalu para firmar una temporada como la actual, pero lo resultados no engañan. A sus dos oros suma cuatro triunfos en seis pruebas de la Copa del Mundo. Dascalu inicio el ejercicio buscando puntos UCI en varias pruebas españolas. Llegó a La Rioja Bike Race, en mayo, y ganó la cita de cuatro días. Un año antes, esta carrera había descubierto al aficionado riojano a Mathieu Van der Poel. Carlos Coloma, ganador en sus primeras ediciones, no necesita que le descubran.
La cita canadiense ha sido una demostración de poder del ciclista de Entrena.Desde el primer metro ha marcado el ritmo de un pelotón compacto que acogía a sus principales rivales: el alemán Maximilian Brandl, el suizo Filippo Colombo, el canadiense Sean Fincham, el danés Simon Andreasen y el estadounidense Christopher Belvins. Brandl le ha discutido el liderato en el primer giro al trazado, pero a partir de la segunda vuelta todo ha cambiado. Dascalu ha dado el primer hachazo, y a la postre definitivo, para irse directo hacia el oro. Brandl se ha hundido tras el pulso, mientras que Blevins y Colombo, segundo y tercero, respectivamente, perdían tiempo. Quince y dieciséis segundos de desventaja, diferencia que iría en aumento con el paso de los giros. Dascalu era un potro desbocado, imparable. Su golpes sobre la mesa habían llegado, en pruebas de la Copa, en la penúltima e incluso, última vuelta, pero este viernes se sentía fuerte. Le gusta la altitud, los trazados exigentes, las bajadas atrevidas.
Al inicio de la tercera vuelta, el oro estaba sentenciado. Blevins transitaba a 36 segundos; los suizos Vital Albin y Colombo y el danés Andreasen, a 53. Carrera finiquitada aunque aún estaban tres pasos por meta. Control, sobre el crono y sobre la bicicleta. Algo que ha hecho a lo largo del año, si bien este viernes se ha paseado por tierras canadienses (1.19.50h). Colombo (1.21.47h) ha alcanzado la plaza tras un gran final y Albin (1.21.56h), a pesar de perder un pedal en el penúltimo giro, el bronce.
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