Más sufrimiento del necesario para terminar sonriendo

No estaba la tarde como para encerrarse en el Palacio de los Deportes. El sol del sábado por la tarde invitaba a siestear y lo cierto es que los dos equipos lo hicieron durante la primera mitad. Juego sin chispa en ambas áreas y las mismas decisiones en los dos ataques. Así que durante los primeros treinta minutos hubo poco destacable.

Velasco dispuso de inicio a Palomino-El Korchi-Zaja en primera línea. Y terminó la primera mitad con Rivero-Edu Cadarso-Preciado. Diferentes actores pero el mismo resultado.

Es cierto que los riojanos se trabajaron desde el inicio un pequeño colchón de dos goles en el electrónico y tuvieron la virtud de administrarlo hasta el descanso. Palomino en los minutos iniciales y la seguridad de David Cadarso desde la línea de siete metros fueron determinantes para ello.

Por su parte, Valladolid apostó por un muro defensivo atrás y por ataques verticales y poco elaborados. Calle, Freitas y Pisonero fueron los más acertados. En su portería, cinco paradas de Felipe.

Mientras, en la del Ciudad de Logroño Palasics se marchaba al vestuario con nueve paradas, muchas de ellas en el tramo final de la primera parte (15-13).

Pero la sensación de los espectadores es que faltaba chispa, magia, eso que convierte al balonmano en un deporte que engancha. Quedaba la esperanza de que llegara tras el descanso. Y no fue así, por lo menos de salida. Sí que dos decisiones arbitrales –una exclusión que no se pita en área visitante y dos minutos a Uríos en la siguiente acción– encendieron al Palacio y la caldera comenzó a carburar.

Ayudó la salida de Thiago al centro de la defensa, junto a Palomino, y la apariciones de Palasics, cada vez más decisivas. Y llegó la exclusión de Darko, a falta de doce minutos, que aprovechó el Ciudad de Logroño para endosar un parcial de 3-0 al Valladolid y poner el partido de cara (24-19).

Se tuvo que marchar Palomino tras un golpe que supuso la segunda exclusión de Toledo (1-1 de parcial). Pasaban los minutos y Valladolid apostaba por un avanzado en defensa para sorprender. Y lo hizo, lo que provocó el tiempo muerto de Velasco a falta de cinco minutos porque la diferencia se quedó en solo tres goles (25-22).

Dimitir desperdició un penalti y Túa anotó (26-23). A tres minutos para el final fue Soler el que superó a Felipe (27-23). Pero había que terminar con el corazón en un puño: dos minutos a Palomino (que había regresado a pista tras pasar por las manos del fisio) a falta de tres. Y apareció la mejor versión de ataque local, moviendo balón hasta encontrar espacios. YPalasics fue decisivo: primero detuvo un penalti y luego otra contra en el último minuto de Miguel.

Al final, sufrida victoria local 28-25 que permite al Ciudad de Logroño mirar con tranquilidad el resto de resultados del fin de semana antes de dos salida consecutivas de alto voltaje: Cuenca y Puente Genil.