El Sporting sonríe con el 'efecto Ascorbe'

Un encuentro que servirá al Sporting La Rioja para celebrar la permanencia con su afición y para despedir a las jugadoras que no continuarán la temporada que viene en el equipo verdeamarillo, como Marina González, o que han decidido dar por finalizada su carrera en el balonmano profesional. Seguramente sea un partido plagado de emociones en la que se derramará alguna lágrima.

A partir de entonces, o incluso antes, el presidente del club, Diego Molia, deberá sentarse con Luismi Ascorbe para analizar la continuidad del cuerpo técnico actual o si es necesario buscar entrenador de cara al curso que viene. Una campaña en la que continuarán con el club verdeamarillo las porteras Geandra Rodrigues y Maitane Larrayoz, las primeras líneas Karia Sidibe, Andrea Loscos, Mina Novovic y Blanca Benítez, la extremo y una de las capitanas del equipo, Lorena Pérez, y la joven pivote extremeña Paula Morales, posiblemente una de las jugadoras con mayor proyección del equipo.

Ascorbe cogió al equipo en una situación muy delicada en el tramo final de liga. Su primer objetivo fue evitar el descenso directo gracias, entre otras cosas, al triunfo en el Palacio frente al Beti Onak (17-16). Al 'play down' llegó el equipo riojano con 5 puntos, uno más que el Gijón. Y sumó los dos primeros encuentros, ante el Morvedre y el Elda, con sendos triunfos, lo que le alejó del descenso.

Sin embargo, la derrota en tierras asturianas volvió a ajustar las cosas en la clasificación. Lejos de venirse abajo, el Grafometal sacó un valioso empate en su visita al Morvedre y dejó la salvación a un triunfo. Victoria que se consiguió el sábado en Elda y que cumplió con el objetivo del curso.

En estas semanas, Ascorbe logró involucrar a toda la plantilla, utilizó a todas las jugadoras y dio confianza a un bloque que parecía condenado. Ascorbe logró que el Sporting por fin sonriera.