Números que recuerdan a la época dorada
De Champions. El Dicorpebal suma 18 puntos en once jornadas de liga tras encadenar el octavo triunfo seguido, algo que solo lograba hace una década, en sus mejores años
Reza el dicho que cualquier tiempo pasado fue mejor. Los números del Dicorpebal Logroño La Rioja, que el domingo ganó en Puente Genil (39- ... 42) y encadenó su octava victoria consecutiva de un curso en el que ocupa la segunda plaza, trasladan al aficionado a la época más dorada de la historia de un club que tiene casi 25 años de vida. Cifras de un equipo que por aquel entonces se codeaba con la élite del balonmano mundial, visitaba a los clubes más poderosos de Europa y dominaba con jerarquía la liga de los mortales, siempre por detrás de un Barcelona que ya por ese entonces contaba con un presupuesto diez veces mayor que el riojano.
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El conjunto riojano suma en las primeras once jornadas 18 puntos, algo que solo se superó por los números de la temporada 2015/16, cuando su casillero lucía 21 puntos después de ganar todos sus encuentros y empatar uno -en el Sargal de Cuenca, 29-29- antes de entrar en el mes de diciembre. Un bloque en el que brillaban Víctor Vigo, Pedro Rodríguez, Albert Rocas, Ángel Fernández, Carlos Molina, Javi García, Philip Stenmalm, Rubén Garabaya, Haniel Langaro, Pablo Cacheda, Imanol Garciandia, Miguel Sánchez-Migallón, Richard Kappelin y Gurutz Aginagalde. Los mejores años del entonces Naturhouse. Ese equipo fue subcampeón de liga en tres oportunidades y en otros dos cursos acabó en un meritorio tercer lugar luchando de tú a tú con auténticos equipazos como el Ademar, Granollers o Cuenca.
Esos tiempos, y aquel presupuesto, están muy lejos del que maneja en la actualidad el Ciudad de Logroño del presente. Sin embargo, Miguel Ángel Velasco, que entonces era el segundo entrenador de Jota González, ha sido capaz de conformar un equipo tan competitivo como el de hace una década, posiblemente con menos calidad pero con mucha hambre de gloria y amor propio. Jugadores con ganas de triunfar, el ADN del conjunto franjivino a lo largo de esa historia.
Aquellos equipos de 'Champions' sumaban en la primera vuelta en torno a los 26 puntos. El Dicorpebal de ahora, que cuenta con mucho menos dinero que equipos como el Granollers, Bidasoa, Ademar o incluso el propio Puente Genil, podría alcanzar esas cifras pero tiene un calendario complicado hasta Navidades, que incluyen al Ademar (próximo sábado, en el Palacio de los Deportes, a las 20.30 horas) o al Barcelona, en el Palau la última jornada antes de las vacaciones.
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De todas formas, de una plantilla corta Velasco ha sabido encontrar la mejor versión de cada uno de sus efectivos para que pongan, sin siquiera pensárselo, el bien del colectivo por delante que el propio. Un grupo, una piña. El todos a una. Con esa receta, además de incorporar el sistema de juego tan característico del equipo riojano en más de media docena de jugadores nuevos, el técnico de Nava de la Asunción ha conseguido que el bloque franjivino compita siempre, algo muy complicado de lograr.
Los riojanos comenzaron la liga con un triunfo frente al Guadalajara en el Palacio. Pero en ese inicio con algunas dudas, tuvieron dos salidas complicadas que se saldaron con las únicas derrotas de esta primera vuelta, ante el Torrelavega (29-25), en el que se echó de menos un poco más de intensidad (eso ya no se discute), y en casa del Cuenca -29-28-.
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A partir de entonces, todo ha sido victorias para el Dicorpebal. Una detrás de otra y hasta ocho triunfos consecutivos ha sumado el conjunto franjivino: Horneo Eón Alicante, Recoletas Atlético Valladolid, Tubos Villa de Aranda, Frigoríficos Cangas de Morrazo, Fraikin Granollers, Irudek Bidasoa, Caserío Ciudad Real y Ángel Ximénez Puente Genil.
Unos guarismos que invitan a la afición, que crece jornada a jornada, a soñar con Europa nuevamente (este año España podría contar con dos plazas de Champions). Todavía queda mucho por delante, cierto es, pero el equipo riojano parece ir bien encaminado en posiblemente la liga más igualada de los últimos años, algo que invita al optimismo.
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