El Logroño más europeo
El equipo franjivino derrota en los segundos finales al Recoletas (29-27) y se planta en la final de la Copa con el billete continental en la mano
El Ciudad de Logroño regresa a Europa. Lo ha hecho tras ganar, no sin esfuerzo, a un Atlético Valladolid que ha vendido muy cara su ... derrota. Los franjivino regresan a la EHF Liga Europea por la vía rápida, plantándose en la final de la Copa del Rey. Pudo sentenciar antes el cuadro franjivino, es cierto, pero también supo sufrir para vestirse con su uniforme continental, el mismo que ha lucido durante doce temporadas. Un premio a una gran segunda vuelta de un equipo que ha sabido luchar contra muchísimas adversidades, la última en forma de lesión de Ángel Rivero.
El Ciudad de Logroño salió muy metido a la pista del Palacio de Deportes santanderino. En defensa, Javi Rodríguez y Juan Palomino se mostraron muy activos y Jorge Pérez pudo parar varios balones en el primer cuarto de hora. En ataque, ante la ausencia de Ángel Rivero por su lesión en la rodilla, Ismael El Korchi cumplió con el expediente y el equipo franjivino empezó a abrir hueco. Javi Rodríguez y Javi García, justo después del primer tiempo muerto solicitado por Pisonero, ponían las cosas 6-2 para los riojanos.
Sin embargo, César Pérez, de gran tarea la noche anterior ante el Sinfín, también dijo 'presente' y el ataque franjivino empezó a atascarse. La defensa pucelana se mostró agresiva -cinco exclusiones vieron los jugadores del Recoletas en los primeros treinta minutos- y el Ciudad de Logroño cometió algunos errores que permitieron a los vallisoletanos empatar las cosas a través del joven Pablo Herrero (13-13) en el minuto 26. Edu Cadarso, desde los siete metros y Javi Rodríguez devolvieron cierta tranquilidad a los de Miguel Velasco, que se marcharon a los vestuarios arriba en el luminoso (16-14) pero sin tener nada sentenciado.
La segunda parte fue un tobogán de sensaciones. El Korchi empezó a hacerse con el mando del equipo logroñés y a marcar el ritmo de los ataques. Pero el Recoletas se armó de coraje y volvieron a igualar la contienda, e incluso a comandarla con un gol de Tarcisio Freitas que, además, obligó a la exclusión de un irregular Keita. Para aquel entonces, el choque se había embarullado mucho (cruces dialécticos entre Oriol Blanco y Edu Cadarso, por ejemplo) y el Logroño necesitaba oxígeno, no solo para las piernas; también para la cabeza. Y una reacción inmediata. Y apareció Jorge Pérez con dos paradas valiosísimas y la dirección de El Korchi al rescate. De esta forma, los franjivino volvieron a abrir diferencias en el marcador y poco a poco fueron haciendo daño a un Atlético Valladolid que pareció quedarse sin gasolina.
A medida que el hueco se ampliaba, el negocio del conjunto de Velasco fue ralentizar el juego, desesperar a los pucelanos, que nunca terminaron de dar el brazo a torcer. De hecho, los de Pisonero recortaron una diferencia de seis goles que a falta de un minuto y medio se quedó en uno (28-27). En el último ataque, ya en situación de pasivo, Javi Rodríguez lanzó, César Pérez paró, y el rebote lo ganó Edu Cadarso, que marcó y sentenció para que el billete continental se transforme en una realidad (29-27). Ahora, el sueño se queda en ganarle al Barça, algo mucho más difícil.
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