Empate franjivino con sabor a muy poco
Un Palacio en silencio ·
El Logroño no sentenció y en una pésima gestión de los últimos minutos igualó ante el HuescaEl Ciudad de Logroño lo tuvo todo para ganar. Pero de nada sirvió el controlar con rentas de dos goles la segunda parte y contar con un portero con efectividad. En una pésima gestión de los últimos minutos, un equipo riojano en cuadro acabó empatando (30-30) ante un Huesca que también sumaba varias bajas en su plantilla. Los de Miguel Velasco fueron incapaces de brindarle una alegría a su público en su estreno de temporada y camiseta y dejó al Palacio de los Deportes con mal sabor de boca tras desperdiciar un último ataque para llevarse los dos puntos.
No comenzó fino el Ciudad de Logroño, que cometió en los primeros compases del encuentro varias pérdidas que propiciaron que el Huesca comenzase con más pegada. Y eso que Kristof Palasics tuvo una muy buena primera parte, con nueve intervenciones (contra cuatro de Argüillas). Pero de poco sirvieron las paradas del meta húngaro ya que el Huesca lograba marcar en los rebotes.
Así las cosas, los oscenses empezaron a abrir hueco ante un equipo franjivino que a las pérdidas sumaba escasa eficacia en tareas ofensiva: lanzamientos errados y pases malogrados. Con un ordenado Dija Cruz, haciendo daño con el pivote, el Huesca se fue en el marcador (3-7, minuto 15). Poco antes, Miguel Ángel Velasco había frenado el reloj para reordenar a los suyos.
Edu Cadarso rompió la sequía un minuto después y a partir de entonces el equipo riojano fue limando las diferencias gracias a los tantos de Palomino y Preciado. Eran los mejores minutos de un Ciudad de Logroño que seguía sufriendo en defensa pero sonreía un poco más en ataque, con una defensa visitante condicionada por las dos exclusiones –casi seguidas– de Gucek. Dos contraataques permitieron a Martí Soler igualar las cosas a tres minutos del final de la primera parte.
El partido quedaba abierto. Solo había que ver cuál de los dos equipos podían aguantar más el ritmo ante las numerosas bajas de ambas escuadras. Ante ese panorama, el Ciudad de Logroño dio un paso al frente y le dio cierto ritmo al inicio de la segunda parte, en la que abrió un hueco de dos goles con las que jugó con fuego durante esos últimos treinta minutos.
El exfranjivino Frank Cordies empató las cosas a falta de 40 segundos. Velasco pidió un tiempo muerto y el equipo franjivino empezó a buscar huecos ante una defensa que se cerró. Tanto que ya sin ángulo y muy forzado, David Cadarso mandó el balón al lateral de la red antes de que sonara la bocina y enfriara, de un solo golpe, a todo un Palacio de los Deportes.
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