El Ciudad de Logroño, víctima de los errores no forzados
Entre faltas en ataque, robos y fallos, el equipo franjivino perdió una veintena de posesiones en la derrota ante el Viveros Herol Nava
El Ciudad de Logroño no da con la tecla en el Palacio de los Deportes. Lo mismo le sucedió el año pasado al principio de ... temporada, que en cinco partidos solo ganó dos, el primero de ellos en la tercera jornada ante el Torrelavega. La cuestión es que a los franjivino les cuesta arrancar, y mucho más cuando hay fiestas de San Mateo de por medio. Las palabras de su entrenador Miguel Ángel Velasco hablan por sí solas: «Las fiestas ya han pasado, eso es importante. Todos los años nos pasa lo mismo durante la semana de San Mateo, da igual contra quién jugamos. Es un poco frustrante pero nadie es dueño de nadie y lógicamente el domingo tenemos una final, aunque sea fuera de casa», observó el míster al acabar el encuentro que el equipo franjivino cayó ante el Nava.
No quiso ahondar el técnico en las hipotéticas actitudes poco profesionales de sus jugadores y prefirió centrar el tiro en lo que viene, que es visitar a un equipo recién ascendido como el Guadalajara del que no se fía un pelo. «Es una final si no queremos empezar a sufrir como estamos sufriendo estos últimos años con los malditos inicios de la competencia», dijo.
Con respecto al encuentro del sábado, en el que los riojanos cayeron 30-31 contra el cloque segoviano de Álvaro Senovilla, los franjivino se encontraron con un encuentro muy igualado en el que pudieron sentenciar en el inicio de la segunda parte. Pero dejaron con vida a un equipo con mucha experiencia y calidad.
Velasco achacó esa falta de contundencia a las exclusiones sufridas por su equipo en la segunda parte, además de la roja directa –«que lo es»– a Rolando Uríos, «que hacen que el marcador dé la vuelta y luego vamos a remolque todo el partido».
Lamentablemente, pese a recortar distancias, los riojanos cometieron varios errores en los momentos finales, como un lanzamiento desde los seis metros de Xavi Tuà que se fue desviado o un robo sufrido por Andrej Pergel, le mejor de los logroñeses. «Al final nos condenan esos fallos. La realidad es que luego tenemos que sobrevivir a muchas exclusiones, a otro jugador menos defendiendo el centro, que nos condiciona el poder subir el contraataque con un pivote y vamos muy justos», protestó Velasco. Sin embargo, a juicio del míster, lo que más desequilibró al Ciudad de Logroño fueron las pérdidas no forzadas. «Al final, entre pérdidas no forzadas, pasos, faltas en ataque, robos de balón, son casi 20 balones menos que no tienes opción de tirar a la portería. Eso les da goles fáciles de primera o segunda oleada, creo que es lo que más marca», apuntó.
«Está claro que el equipo lucha, que jugamos bien por momentos, que defendemos bien por momentos, pero necesitamos algo más», asumió Velasco, que enfatizó que no iba a hablar del arbitraje: «Hay jugadores muy impulsivos y eso les afecta. Del arbitraje no voy a hablar ni voy a valorar nada, pero sí que es verdad que he insistido mucho que tienen que tomárselo de manera diferente porque hay jugadores que se salen del partido por las protestas», agregó.
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