El Ciudad de Logroño coge ritmo europeo

Después de un inicio equilibrado de encuentro, la defensa del Ciudad de Logroño quedó condicionada desde muy pronto. Juan Palomino, jugador a los que los árbitros empiezan a conocer, se fue excluido en el minuto 4; cinco minutos después fue su compañero en el eje central defensivo, Javi Rodríguez, el que se tuvo que marchar. El partido no había llegado al cuarto de hora cuando el madrileño fue sancionado nuevamente. Y por partida doble por sus protestas, por lo que vio la tarjeta roja.

A partir de entonces Velasco tuvo que improvisar su esquema, con Silva junto a Palomino. Esto y jugar durante cuatro minutos con un hombre menos permitió que el Torrelavega cogiera carrera para abrir un hueco de cuatro goles (11-7), lo que obligó al técnico del cuadro riojano a solicitar un tiempo muerto.

Pese a todo, los franjivino jugaron con más tranquilidad, aunque en los seis metros Javi García se desesperaba con las faltas no pitadas por los árbitros. El equipo riojano no se podía permitir irse del encuentro por culpa de la pareja arbitral. Y así fue. Poco a poco la defensa visitante se fue entonando y robando balones y el Ciudad de Logroño empezó a limar las diferencias. Preciado empató las cosas (12-12, minuto 25) cuando nadie daba un duro por los de Velasco. Era el turno del conjunto naranja para parar el reloj y reordenarse. Pocas cosas cambiaron y al descanso se llegó con un 15-13 que preveía un final apretado.

La defensa, con Silva y Palomino, fue endureciendo sus prestaciones. Era un partido que invitaba a elevar la intensidad. Eso sí, a los riojanos les costaba una enormidad igualar un encuentro en el que había mucho en juego. No terminaba de dar el último paso el Ciudad de Logroño. Pero tampoco se iba del partido, algo fundamental.

Y se llegó a los diez minutos finales de un encuentro que se decidió por detalles. Jorge Pérez apareció en esos minutos con dos intervenciones importantes. Edu Cadarso, hasta su expulsión, se hizo cargo de un ataque logroñés que pasó a comandar el choque. El Torrelavega buscaba el empate y no pudo gestionar sus nervios. Todo lo contrario que la visita, que logró un gol de Korchi para ponerse 24-25 a falta de 30 segundos. El central robó un balón en la siguiente jugada y Preciado logró el 'goal average'.