El voto helado de San Bernabé
El próximo 11 de junio será el único día en el que Della Sera pondrá a la venta el helado de fresas al vino que cumple con la costumbre del postre festivo
Según recoge la Cofradía de San Bernabé, remitiéndose a los textos de 1538 manuscritos por el escribano real, Francisco Ortiz de Zarate, sobre el voto ... al patrón de Logroño «hay que cumplirlo con varias aciones puntuales. Primero hay que cumplir acudiendo a las Vísperas. Segundo, con la procesión y los banderazos de la máxima autoridad local. Tercero con las vaquillas o toros, de los cuales uno es sacrificado para que uno sea guisado y ofrecido a los ciudadanos. Cuarto, hay alumbrar la ciudad con luminarías en calles, ventanas y balcones mientras repican todas las campanas. Y en quinto lugar hay que comer carne de ternera y cordero como expresión de la celebración.
Sin embargo, hay otra simbólica tradición que auque no forma parte de los votos, propiamente dicho, y merced a la propia cofradía del patrón logroñés, últimamente se ha convertido en algo habitual durante la la festividad patronal. Desde hace varios años, como antaño, degustar fresas con vino es una costumbre entre los logroñeses que cada vez se hace más común.
Origen incierto
El origen a esta tradición, que la Cofradía de San Bernabé se ha esforzado en recuperar desde el momento mismo de sus nacimiento (11 de junio de 2005) hay que buscarlo siglos atrás, aunque hay dos teorías sobre cómo y por qué se inició. Una señala que la costrumbre data de cuando los abades de los monasterios de Albelda obsequiaban –por San Bernabé– con fresas de sus ricas huertas del valle del Iregua al Cabildo de la Concatedral de La Redonda, de la misma manera el Ayuntamiento de la capital riojana le regalaba vino y de ahí surgió la tradición de ese postre; otra teoría dice que el regidor de la ciudad de Logroño, visitaba al obispo el día de fiesta y le llevaba como presente unas fresas. El religioso le recibía en la sede obispal con un vino de Rioja y entre los dos debatían disfrutando del maridaje.
Muchos años más tarde, con el nacimiento de la Cofradía de San Bernabé la costumbre se trató de recuperar, y además de ofrecer una degustación de fresas con vino a la ciudadanía («el primer año se preparó un pequeño perol, pero en los últimos años se han repartido 5.000 raciones», apunta en su página web), ellos mismos las degustaban en su comida del día 11 de junio.
El helado surgió a instancias de la Cofradía de San Bernabé
La institución trabaja por recuperar las fresas con vino para cada 11 de junio
En un momento dado, a algún cofrade se le ocurrió que se le podía solicitar al inquieto heladero Fernando Sáenz Duarte –cofrade colaborador de la institución– que les elaborara un helado de fresas con vino para 'modernizar' el postre que ya cumplía varios siglos de vida.
Fernando y su mujer Angelines trabajaron la idea y pusieron sobre la mesa un helado de fresas con vino que servía para poner la nota final a la comida del día del patrón.
Demanda en la calle
Conocedores de ello, algunos logroñeses se acercaban a la heladería Della Sera pidiendo probar el helado de fresas con vino, según recuerda el propio Fernando Sáenz. Y ante la demanda y la expectación generada decidió que ese helado también se iba a poner a disposición de los logroñeses, pero sólo el día de su patrón.
Ahora, el helado de fresas con vino es una opción efímera que sólo se puede degustar cada 11 de junio.
Fernando Sáenz sumerge las fresas riojanas en el vino tinto de maceración carbónica Jarrarte que elabora Abel Mendoza en su bodega. Un par de días es suficiente para que las fresas y el vino intercambien sus sabores y olores y ofrezcan una mezcla perfecta que dará lugar a un helado que forma ya parte de la tradición logroñesa.
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