Paco García, un camino prometedor
Juan Bautista García y Ana Fernández están detrás de esta bodega familiar de Murillo de Río Leza, que apuesta por la diferenciación y trabaja en nuevos proyectos ambiciosos; cuentan con dos viñedos singulares, El Mirón del Humilladero y El Cerro de San Miguel
La diferenciación marca el devenir de Bodegas Paco García, que nació en 2001 de la mano de Paco García y Julia Pablo. Ellos pusieron las ... bases de esta bodega familiar en Murillo de Río Leza, que ahora evoluciona de la mano de su hijo Juan Bautista García y de su mujer Ana Fernández, que lleva la parte de exportación.
Hacer un recorrido por la bodega es entender un modo de elaborar que mira por el viñedo y que sabe interpretar el fruto de las cepas. Y una vez finalizada la visita, salir comprendiendo cómo se hace el vino y cómo influyen los suelos, las variedades empleadas –trabajan con tempranillo blanco, mazuelo, garnacha y graciano– y la zona.
Juan Bautista García ha tenido las ideas bien claras desde el primer momento. Y así comenzó en 2008 a desarrollar su proyecto de I+D+i, con el fin de dar a los vinos un aire nuevo. Una muestra de esto es su sala de microelaboraciones, con sus depósitos troncocónicos invertidos creados específicamente para ellos, con los que fueron pioneros en la Denominación de Origen Rioja y con los que logran vinos con más color y estructura.
Para hablar de sus vinos primero hay que entender dónde se ubican sus viñedos –cuenta con parcelas en Murillo de Río Leza, Ribafrecha, Ventas Blancas y Logroño–. De ahí que los primeros pasos dirijan hasta el Mirador del Vino, con una panorámica de los valles del Leza y del Jubera, uno con suelos más arcillosos y otro con terrenos más calcáreos.
Desde lo alto se observan los límites de La Rioja, desde Sierra Cantabria hasta el Camero Nuevo y Viejo. Y colindando con el mirador, se halla su viñedo Cantamilano, 100% garnacha. De regreso a la bodega, la siguiente parada es su viñedo prefiloxérico, El Mirón del Humilladero. Se trata del «más antiguo de la DOCa Rioja –data de 1880– declarado como viñedo singular» y es también 100% garnacha. Este viñedo se encuentra justo enfrente de la ermita de Santa Ana, del siglo XVI, emplazada en un lugar que fue crucero o humilladero. De ahí el nombre de este vino de autor. Su parcela apenas abarca 0,38 hectáreas, con cepas que brotan entre olivos.
Las experiencias
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Wine Bar
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Cata y aperitivo: Degustación de los vinos Paco García El Yergo-Tempranillo Blanco, Paco García Crianza y Paco García Cantamilano. Precio: 18 euros.
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Cata Interesante
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Visita, cata y aperitivo: Visita y degustación de los vinos Paco García El Yergo y Paco García Crianza. Duración aproximada 1h30. Precio 25 euros.
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Cata Fascinante
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Visita premium, cata y aperitivo: Visita y degustación de cuatro vinos: Paco García El Yergo, Paco García Crianza, Paco García Cantamilano (procedente de viñedo singular) y La Villa de Paco García. Duración aproximada 2 horas. Precio: 50 euros.
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Reservas
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En el teléfono: 941 43 23 72, a través del hola@bodegaspacogarcia.com o en la www.bodegaspacogarcia.com/enoturismo. Imprescindible reserva previa.
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correo electrónico hola@bodegaspacogarcia.com o en la www.bodegaspacogarcia.com/enoturismo. Imprescindible reserva previa.
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web www.bodegaspacogarcia.com/enoturismo. Imprescindible reserva previa.
Una a una se desgranan sus uvas. De sus racimos se elaboran 700 botellas. «La vendimia se lleva a cabo en una sola jornada. Tenemos una idea de cara al futuro: que quienes nos visitan, puedan participar ese día con nosotros de las labores de desgranar la uva», anticipa Juan Bautista García.
Es uno de sus proyectos de futuro, porque en su mente surgen muchos planes; todos ellos para incidir en esa diferenciación tan característica de Bodegas Paco García. De él y de su mujer también surgió en 2011 –con el lanzamiento al mercado de sus vinos–, la imagen ya identificativa de la marca: la mano.
Nuevo diseño
Y de esa interpretación nacen sus vinos de zona, de municipio y de viñedo singular. Porque además de El Mirón del Humilladero, cuentan con otro viñedo singular propio, El Cerro de San Miguel, que fue plantado en 1981 con la variedad 100% tempranillo blanco y que también se desgrana a mano.
Toda esa pasión que comparte el matrimonio por el mundo del vino la saben transmitir a quien visita la bodega –son ellos los encargados de guiar el recorrido–. «Aquí ven cómo es todo el proceso, desde la viña hasta el embotellado». También cómo se comportan las distintas variedades, ya que tienen una pequeña parcela con las representativas de Rioja.
La mente inquieta de Juan Bautista García le lleva hacia nuevas propuestas que sorprenderán y que seguirán marcando el camino imparable de Paco García.
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