Del bocadillo a la alta cocina, fogones más hondos

Heartstopper', 'Medicina letal', 'One Piece', 'Solo asesinatos en el edificio' y 'Ahsoka' son algunas de las ultimas novedades incorporadas a las plataformas como transición entre ... este final de verano y lo que deparará el otoño. En muchos casos son nuevas temporadas, más o menos esperadas. El fenómeno 'The Bear', que saltó el pasado año, vive su segunda temporada con el mismo tono de dramedia, con menos estridencia, una hondura empática y la novedad de que los espacios de la cocina –antes el verdadero epicentro de la catarsis– tienen ahora sus punto de fuga espaciales y emocionales. Lo que posee de singular atmósfera e inteligente intensidad narrativa radica en que los fogones, el negocio, los platos, lo culinario son el músculo de un retrato coral humano con batuta al frente, Jeremy Allen White. Como se dice en la serie, «caótico pero meditado» y esa es la receta. Y en la transición entre temporadas asoma precisamente esa mezcla de ingredientes cómplices y empáticos, de la estridencia a la hondura, del nervio a lo psicológico. Del famoso episodio en plano secuencia a la aparición de rostros invitados, entre cuchillos y palabras afiladas, en busca de nuevas dianas. Un ambiente claustrofóbico que explora nuevas respiraciones. Reformar el 'Beef' para convertirlo en un nuevo restaurante vertebra los conflictos, de la burocracia a la ambición, de la pesadilla a la planificación. Renovarse o morir. Y Carmen 'Carmy' Berzatto, el chef que encabeza a un grupo de perdedores y luchadores muy particular, aplica la receta mantra del covid, la de la reinvención. En su regreso, 'The Bear' no defrauda y mantiene señas de identidad y personajes con incorporaciones sorpresa. Reforma, renovación, cambio, aprendizaje son las claves emocionales y vitales. Diez capítulos, trece 13 nominaciones a los Emmy. Un convulso microcosmos creado por Christopher Storer, que genera adicción. Los viajes interiores y la búsqueda personal se suman al emplatado.