Nueva vida para el viejo Monterrey de Logroño
El conocido local de la calle Vara de Rey acogerá las reputadas tortillas de Román Marugal (Tortillería La Concordia)
El bar cafetería Monterrey (Vara de Rey, 83) vivió su época de mayor esplendor de la mano de los hermanos Zapata (Perico y Basilio) y ... su familia. El establecimiento cubría prácticamente todas las horas del día: Los desayunos y cafés de media mañana; los aperitivos de mediodía merced a una bien nutrida barra; los cafés y las copas que acompañaban las partidas de los más veteranos; el terraceo (si el tiempo acompañaba) o las meriendas por las tardes; los pinchos de la noche y cerraban la jornada con unos combinados y cócteles tan bien puestos por Basilio que crearon escuela en la capital riojana y marcaron tendencia. Pero la jubilación de unos y el cambio de negocio de otros, hizo que el Monterrey iniciara una serie de aventuras empresariales que no resultaron exitosas, pero ahora, después de algún tiempo cerrado, el histórico local cobrará una nueva vida de la mano de todo un veterano de las barras logroñesas.
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Román Marugal, que también ha creado escuela, pero en este caso con las tortillas de patata y algo más (morcilla, alcachofa, callos....) que sirve y elabora en la Tortillería La Concordia (Marqués de Murrieta, 18) va a ponerse a los mandos del nuevo local para darle una nueva vida y que su hija pueda continuar allí con las tortillas.
Hasta ahora, la familia Marugal atendía el local de Murrieta –que mantiene y mantendrá su actividad– pero desde hace algunos años, también servía sus míticas tortillas en la calle San Agustín, 1 (en el local que años antes había albergado al Bar Bonsai).
El antiguo Monterrey, que cambiará de nombre, tiene por delante varios meses de reforma
Sin embargo, ahora la familia Marugal ha puesto el cartel de traspaso en ese local porque la demanda de tortillas era tan elevada que no resultaba fácil atender en condiciones el negocio. Las inmediaciones de la calle Laurel ofrecen un flujo tan elevado de público, pero a la vez tan concentrado en unas pocas horas del día, que resultaba complicado mantener la calidad de sus tortillas de patata con la altísima cantidad de peticiones que tenían.
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Por eso, Román y su familia han buscado un emplazamiento más tranquilo. «Estos días pasados de Semana Santa hemos servido más de 300 tortillas y eso es inasumible», reconoce Román.
La tortillería La Concordia ha colgado el cartel de 'Se traspasa' en su local de San Agustín
En cualquier caso, la apertura del antiguo Monterrey –que cambiará de nombre cuando reinicie la actividad– no es inmediata. «Igual no podemos abrir hasta julio», señala Román, «porque quiero darle una vuelta completa al local. Vamos a hacer obra, pintar, quiero una cocina más grande, cambiar maquinaria... y eso cuesta tiempo. Tienen que pasar muchos gremios por allí», admite. A la vez, reconoce que el Monterrey «funcionó muy bien con Basilio y Perico, pero luego cayó. Ahora hay que retomarlo y ponerlo a funcionar de nuevo».
En cualquier caso, a Román Marugal no le asusta iniciar una nueva aventura en un nuevo local porque sabe bien lo que es eso: «He abierto ya 14 locales», comenta, y enumera: «He estado en Santa Juliana, La Estrella, Huesca, El Semillero, abrí el Papillón en Pino y Amorena... Eso no me da miedo», reconoce, aunque también bromea con que quiere jubilarse «y vivir de las rentas».
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Traspaso de San Agustín
No obstante, mientras el nuevo establecimiento comienza a funcionar, sus objetivos se centran en el traspaso del bar de la calle San Agustín. Se trata de un local amplio y en el epicentro gastronómico de Logroño, dentro del ámbito de influencia de la calle Laurel. Una zona donde no es fácil encontrar emplazamiento para nuevos negocios.
«Ha habido gente que se ha mostrado interesada, pero de momento, sólo ha sido interés. Hay que ver cómo fructifica ese interés», señala.
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