El sueño de David
David Moreno fue pionero en el enoturismo y su bodega fue una de las primeras que abrió sus puertas al público. Ahora 25.000 personas se desplazan a Badarán para visitar la instalación
La historia de Bodegas David Moreno es la historia de un emprendedor y su sueño; de un apasionado por su pueblo y la viticultura. Hijo de panaderos se vio obligado, con quince años, a marcharse a Barcelona para ganarse la vida. En la Ciudad Condal trabajó en Asepeyo, después ejerció de repartidor y finalmente acabó en la fábrica de Seat.
Pero su idea siempre fue volver a casa, por eso cuando conoció en uno de sus viajes a Badarán a su mujer (entonces su novia), ese deseo fue ya más una necesidad. La apertura de una fábrica de Seat (ahora Volkswagen) en Pamplona le permitió pedir el traslado y acercarse a su pueblo, al que volvía regularmente cada fin de semana para encargarse de las viñas de su suegro y hacer su propio vino que él mismo embotellaba (en las botellas vacías que, durante años, se había encargado de guardar) y que comenzó a vender, principalmente a sus compañeros de Seat.
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Visitas
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Premium: Una hora de visita a la bodega, con cata de cuatro vinos y un aperitivo riojano. 18 euros
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A pie de viña: Visita al viñedo para conocer el origen (variedades blancas y tintas) y a la bodega, donde se catan cuatro vinos acompañados por un aperitivo riojanos. 24 euros
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A tu ritmo: Visita a la bodega sin guía. Incluye al finalizar, un vino y un aperitivo riojano. 6 euros
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Experiencias
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Jornada de vendimia: Se puede vivir la experiencia de vendimiar, catar la uva, pisarla... en una jornada de cuatro horas que incluye un almuerzo en el guardaviñas de David Moreno. 35 euros
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Vincana: En una gymkana del vino se desarrolla una aventura por las viñas con enigmas en torno al vino. Incluye un almuerzo en el guardaviñas. 35 euros.
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Ruta guardaviñas: Una ruta de 5 Km por caminos rodeados de viñedos y con el espectacular monte San Lorenzo al fondo para conocer dos Guardaviñas tradicionales edificados en el s. XIX. Incluye la visita a la bodega y almuerzo en el guardaviñas. 35 euros.
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Momento guardaviñas: Después de visitar la bodega y realizar una ruta de 5km. para conocer algunos de los guardaviñas de la zona, se concluye en el de David Moreno donde se sirve una comida privada. Precio 68 euros
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Comida en el restaurante: Vino de bienvenida, comida típica (ensalda, patatas con chorizo y chuletillas, postre, vino y café) 43 euros
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*En visitas y experiencias, los niños tienen precios especiales
Los buenos resultados económicos que obtenía por aquel trabajo tan artesanal le llevó a replantearse su futuro, y así cuando en 1981 llega la primera reconversión a la automovilística, David Moreno negocia su baja voluntaria y con la indemnización obtenida comienza a hacer realidad su sueño.
El dinero de su despido le sirve para comprar sus primeros 100.000 kilos de uva que convirtió en vino en bodegas prestadas. Hasta el año 1988, lo vende sin etiqueta y lo embotellaba a mano, pero a partir de esa fecha comienza con la 'profesionalización'.
Excava en la montaña –aún se mantienen las paredes originales que le dan un toque genuino a la nave de barricas– una bodega en la que empieza a elaborar su vino, y es en esos calados en los que ahora ya almacena 1.700 barricas (en sólo dos alturas) al estilo de los chateaux franceses. Desde el principio, él mantuvo abiertas las puertas de la bodega, en contra de lo que era habitual en la época, cuando el vino se elaboraba bajo un manto de secretismo y resultaba complicado visitar una bodega si no se conocía al propietario.
Primer avance enoturístico
En el año 2000 inaugura el restaurante, el primero en el interior de una bodega, y abre el Club del Vino lo que permite que los socios sientan como suya la bodega a la que acuden a recoger el vino embotellado de la barrica que han comprado, e incluso a disfrutar de él, en el propio lugar de su elaboración.
Con estas iniciativas, David Moreno prácticamente inauguró el enoturismo en La Rioja, aunque los vascos ya habían comenzado a desarrollar algún proyecto de este tipo en la subzona de Rioja Alavesa.
La filosofía de hacer la bodega accesible a cualquiera es algo que ha calado en la segunda generación de los Moreno, que ahora comparten el timón de la empresa con su padre y que ven cómo sus instalaciones reciben a 25.000 visitantes al año, en ellas se organizan diferentes eventos corporativos y presentaciones de empresa y la interrelación con otras empresas del pueblo crea riqueza en el municipio de Badarán, aportando así un recurso turístico más a un enclave que se encuentra en la ruta de los monasterios y que ahora ha vuelto a 'prosperar' con el Valle de la Lengua.
El guardaviñas construido por David Moreno a imagen y semejanza de los que hace un tiempo eran habituales en cualquier viñedo –ahora ya escasean– se ha convertido en un complemento de la bodega, un lugar en el que –después de hacer un recorrido por los viñedos de la familia y conocer 'in situ' el origen del vino– se puede disfrutar del apartado gastronómico y de algunos de los vinos que etiqueta la bodega.
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