Cocina casera para disfrutar sin prisas
El restaurante de Villamediana de Iregua se ha especializado en verduras de temporada y arroz con bogavante
La Moncloa esconde grandes tesoros en su interior, como su pequeña bodega subterránea; un calado del siglo XVIII que el matrimonio formado por Nuria Viguera ... y Juan Manuel Ruiz se ha encargado de rehabilitar. Sus propietarios guardan el vino lejos de los cambios de temperatura y de luz. Además, lo han convertido en un espacio polivalente en el que, por ejemplo, celebran bodas civiles.
El restaurante, ubicado en el barrio de Las Bodegas de Villamediana de Iregua, invita a disfrutar de una comida sin prisas y en un ambiente casi familiar, a respirar la tradición que se sirve en cada uno de los platos que cocina con esmero Juan Manuel Ruiz. Enclavado en un lugar privilegiado, sus vistas envidiables sirven de excusa perfecta para sentarse en torno a una mesa y respirar profundo mientras se absorben momentos de calma, a menudo tan necesarios. Respirar, palabra que acompaña al comensal mientras sube las escaleras que conducen al comedor.
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Dirección Calle Bodegas, 62 (Villamediana de Iregua).
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Horario De lunes a domingo, de 13.30 a 15.30 horas.
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Reservas 941 43 55 96. Capacidad para 90 comensales.
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Especialidad Verduras frescas y arroz con bogavante.
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Propuesta gastronómica Trabajan tanto el menú como la carta.
«Llevamos desde 1988 en hostelería». Nuria Viguera echa la vista atrás y vuelve a La Laurel, donde empezaron; primero con El Muro y luego con El Diagonal. Ahora en La Moncloa sirven «comida casera, elaborada con buen gusto y con muchas ganas».
Junto a la entrada han situado un pequeño comedor que evita el tramo de escaleras para subir al principal
A punto de celebrar sus bodas de plata –el matrimonio asumió las riendas del negocio en el año 2000–, la buena mano de Ruiz y la gran atención que dispensa en sala Viguera han logrado lo que no muchos restaurantes consiguen, una clientela fiel que se desplaza de otras comunidades, incluso desde Canarias y Cataluña, para disfrutar de la cocina casera de La Moncloa, que tiene en su arroz con bogavante su plato estrella –incluso lo preparan para llevar–. «Quien venga aquí a comer va a poder disfrutar de verduras frescas y la especialidad absoluta del restaurante es el arroz con bogavante», resalta Viguera. Ella recuerda que cuando se puso al frente del local junto a su marido, ya había restaurantes que ofrecían asados y otros de pescados. «Había que hacer algo distinto», rememora al hablar de los inicios en La Moncloa.
¿Y cuál es el verdadero éxito de este plato? Ella no lo duda: el fumet. «Buena materia prima, kilos de cebolla, zanahorias, todas las cabezas de los pescados limpias, con gambas, con cigalas...», detalla. Y, todo ello, cocinado sin prisas, «dedicándole tiempo y respirando. Lo de respirar es un lema para nosotros».
Tomates de la huerta
Al arroz con bogavante y a las verduras, que les trae un agricultor de Alberite directamente cogidas de la huerta –entre ellas los tomates que preparan con ventresca, otra de las propuestas que más sirven–, se les unen otros platos estrella como la merluza rellena de hongos y gambas.
En La Moncloa trabajan con menú y carta. «Entre semana tenemos un menú ejecutivo, con cuatro primeros platos y cuatro segundos». La brasa juega, igualmente, un papel fundamental en el restaurante. Sobre ellas se asan chuletas y solomillos. En cuanto a los postres, todos son caseros. El cuidado al detalle se observa, en concreto, en el milhojas con chocolate caliente, uno de los más demandados. El hojaldre mantiene el punto crujiente, ya que se rellena al momento, uno a uno. «Aquí lo hacemos todo nosotros, la crema y el merengue».
La Moncloa, además, trabaja con vinos solo de la Denominación de Origen Rioja. «Lo que mejor nos funciona es el crianza; ni reservas ni jóvenes». En parte, porque en el menú entra el crianza. «Pero también vendemos mucho verdejo, porque el arroz lo pide». Y como anécdota, trabajan con su propio aceite que proviene de sus olivos.
Nuria Viguera y Juan Manuel Ruiz han habilitado la parte de abajo, la situada junto a la puerta de entrada, como comedor. Esta adaptación permite que aquellos comensales con problemas de movilidad –«tenemos clientes que son mayores y a los que se les hacía cada vez más complicado subir las escaleras hasta el comedor de arriba»– puedan disfrutar de la comida en La Moncloa. En esta zona solo es posible pedir un único menú compuesto por tres entrantes, un plato principal (arroz con bogavante) y el postre. «Esta ampliación nos viene fenomenal porque los fines de semana hay mucha gente que se queda sin venir porque estamos completos», concluyen.
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