Bocado dulce que sabe a queso
Su popularidad es indiscutible y cada año que pasa su fama aumenta; el martes 30 de julio se celebra su Día Mundial con la llegada de nuevas versiones de un dulce que surgió en la antigua Grecia y que se ha convertido en un fijo en la carta de los restaurantes
El origen de la tarta de queso es un misterio, si bien todo parece indicar que en la antigua Grecia existía un pastel similar. No ... obstante, la tarta de queso se popularizó en Estados Unidos en el siglo XIX. Como en otras muchas elaboraciones en repostería, surgió por azar –o por error, como con la tarta Tatin– de la mano de la comercialización de un nuevo producto, el queso crema.
La aparición de esa nueva textura, ideal para la preparación de postres, ya que agilizaban su elaboración, junto a la llegada de las galletas estilo crackers, perfectas para la base, fue suficiente para dar la bienvenida a las New York Cheesecake. Su éxito fue inmediato y en muy poco tiempo casi todos los establecimientos de la Gran Manzana ofrecían en sus vitrinas ese postre que sigue siendo tan típico hoy en día y que el martes celebra su Día Mundial.
Más o menos líquida; con mermelada por encima o sin ella; con más o menos azúcar; con queso de oveja, de cabra o de vaca; con base de galleta o sin ella; que necesite horno o no... ¿Qué tiene este postre de especial que se ha vuelto tan popular en la carta de los restaurantes? Quizá la fama se la lleva el bar donostiarra La Viña, que desde hace más de treinta años es todo un referente gracias a su tarta de queso. Su propietario Santiago Rivera cogió diferentes recetas que tenía y fue probando hasta dar con esta versión, considerada no solo una de las mejores de España, sino que en 2020, el New York Times la calificó como 'Sabor del año'.
La receta de La Viña
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Ingredientes para 10 raciones
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1 kilo de queso crema, 7 huevos, 1 cucharada de harina, 400 gramos de azúcar, medio litro de nata.
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Elaboración
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Horno precalentado; mezclar todos los ingredientes; cuando estén bien mezclados, verter sobre un molde apto para horno. Hornear a 210º unos 40 minutos. Dejar reposar 4 o 5 horas antes de desmoldar.
Tartas virales
Sin tener que desplazarse muchos kilómetros, en Logroño, se encuentra una de las tartas más aclamadas, obra del chef Ramón Piñeiro. «Cuando no estaba tan de moda la tarta de queso, era un fijo en mi restaurante La Cocina de Ramón en 2018. Un año más tarde, comencé a prepararla en mi otro bar, Jarandilla (antes La Parrilla Riojana), con la peculiaridad, que al tener brasa, le dábamos un toquecillo con ella», comenta.
A nivel nacional también se han hecho eco de su postre. «Contaba con una receta y la he ido evolucionando hasta dar con esta tarta cremosa y fresca, no muy dulce», aunque confiesa que «cada día añado un poquito más de azúcar porque soy muy goloso». Su tarta de queso cremosa es uno de los cuatro pinchos que ofrece en Bar Jarandilla; una apuesta por el dulce para cerrar la ruta por la calle Laurel.
Protagonista de las cartas
Su pasión por las tartas de queso ha llevado a El Otro Costal a ofrecer a sus clientes cuatro opciones diferentes, tres de ellas de horno y una fría. «Hacemos una tarta de las de toda la vida, cremosa, pero sin ser líquida; y luego, además, tenemos dos, una con mermelada de arándanos y otra de fresa. Sin duda, la preferida es la que lleva arándanos», comenta Mónica Rubio, su propietaria. «Ahora para estos días de verano se lleva mucho la fría», añade. Para ella, una de las claves para elaborar una buena tarta de queso «es la elección adecuada de los ingredientes. Todos tienen que ser de máxima calidad. La gente lo valora».
En Arnedo, La Clavelina ofrece también una amplia variedad de tartas de queso, desde la más tradicional, hasta la preparación de tartas de queso de sabores tan variados como lotus, pistacho, café, chocolate y fresa. Todas ellas con un punto en común, su cremosidad.
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