«El problema no es tanto afinar en el lenguaje como la polarización ambiental»

–La RAE ha analizado las palabras que estaban más en la gente, y no tanto los términos científicos.

–Luego se puede hacer una lectura lingüística de esta crisis sanitaria.

–Claro que sí, la pandemia ha dejado muchas palabras nuevas e incluso ha cambiado el significado de otras como es el caso de 'confinamiento', que se ha ampliado ante esta nueva situación.

–En estos últimos meses, ¿se ha considerado bien informada por los medios de comunicación o los periodistas necesitamos afinar nuestro lenguaje y conocimientos científicos?

–Todos los comunicadores tenemos que afinar, pero el problema no es tanto eso como la polarización ambiental que hay, tanto política como social. Creo que hay un vicio social de fondo y lo que hay que hacer es quitar tensiones, ser más humildes. Como ha señalado la médica Esther Samper en estas jornadas, la ciencia no tiene toda la verdad y hay que tener una comunicación más sincera y abierta y, por ejemplo, decir 'esta es la verdad hasta ahora' o 'es lo que vamos descubriendo'.

–¿Es partidaria de medir las palabras ante la enfermedad o, por el contrario, hablar de forma llana?

–Creo que el acercamiento tiene que ser directo y natural; debe ser un acercamiento que se entienda. La lengua nace espontáneamente de la gente, luego ya se va fijando cuando se escribe, pero es un producto natural.

–¿Enfermedad y literatura son para usted buenos aliados?

–Muchos escritores es verdad que son enfermizos, eso está documentado. La enfermedad te hace aislarte y te proporciona un punto de vista marginal, y creo que eso tiene mucho que ver con la escritura, que es reflexión y aislamiento.