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Momento en el que la obra de Banksy para por una trituradora de papel.
Una obra de Banksy se autodestruye tras subastarse por más de un millón de euros

Una obra de Banksy se autodestruye tras ser subastada por un millón de libras

«Hablamos con el comprador, que se vio sorprendido por esta historia. Estamos discutiendo los siguientes pasos», declaró la casa de subastas

COLPISA / AFP

Londres

Sábado, 6 de octubre 2018, 14:54

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Un cuadro del misterioso artista británico Banksy fue subastado la noche del viernes en la casa Sotheby's de Londres por más de un millón de euros y justo después se autodestruyó parcialmente.

Sotheby's, una de las casas de remates más antiguas e importantes del mundo, estaba subastando varios lotes de arte contemporáneo, entre los que se encontraba una reproducción en pintura acrílica y aerosol de una de las imágenes más famosas de Banksy, 'Girl with Balloon', una niña que deja volar un globo rojo con forma de corazón.

El martillo había puesto fin a la puja cuando la obra del provocador grafitero empezó a deslizarse por una trituradora de papel escondida en el marco, que tenía una alarma intermitente, y quedó parcialmente rasgada, según la casa de subastas. El resultado final fue un marco medio vacío, con la parte inferior del lienzo hecho trizas colgando. «Podría decirse que nos acaban de 'banksear'», reaccionó en un comunicado Alex Branczik, un responsable de la casa de remates.

En vídeos publicados en las redes sociales se veía la reacción del público, entre estupefacto y divertido, que inmortalizaba el instante con sus cámaras mientras dos empleados de la casa de subastas se acercaban a retirar la obra.

La pieza se había adjudicado por 1,042 millones de libras (1,2 millones de euros), al nivel del récord de este inconformista artista, alcanzado en un remate en 2008 con la obra 'Keep It Spotless', según Sotheby's.

Banksy colgó horas después un vídeo en su cuenta Instagram, en el que explicaba sus razones. «Hace unos cuantos años construí una trituradora oculta en un cuadro, en caso de que fuera subastado», explicó el vídeo mediante subtítulos. En las imágenes se ve a un hombre instalando el aparato dentro del falso marco.

Gracias a este sonado evento, que este sábado era uno de los temas más comentados en redes sociales en Reino Unido, el cuadro y su marco triturador podrían valer aún más, estimó Alex Branczik. «Ciertamente es la primera vez en la historia de las subastas en que una obra de arte automáticamente se autotritura tras el golpe de martillo», reaccionó la casa de remates, con la que no fue posible contactar este sábado para comentar este «inesperado incidente». El propio Banksy comentó la jugada en Instagram, con la leyenda «Se va, se va, se fue...».

Este mensaje y el hecho de que poco antes de la venta se había visto a la entrada de Sotheby's a un misterioso hombre con sombrero y lentes de sol alimentaron las especulaciones sobre la posibilidad de que la estrella del arte pudiera estar presente en la subasta.

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. "The urge to destroy is also a creative urge" - Picasso

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Mientras la prensa británica especializada se preguntaba también sobre la posible complicidad de Sotheby's en esta acción, Alex Branczik aseguró que no estaba al tanto de la broma, según declaraciones aparecidas en el sitio The Art Newspaper. «Hablamos con el comprador, que se vio sorprendido por esta historia. Estamos discutiendo los siguientes pasos», declaró la casa de subastas en un comunicado publicado por el Financial Times.

Banksy, artista y grafitero de Bristol, en el suroeste de Inglaterra, es conocido por su arte urbano irónico y comprometido, aunque siempre ha mantenido su identidad bajo estricto secreto. Algunas de sus creaciones se han subastado por grandes sumas. Recientemente, reaccionó al 'Brexit' pintando en un muro de la ciudad inglesa de Dover un fresco de un hombre que rompe una de las estrellas de la bandera de la Unión Europea con ayuda de un martillo y un cincel.

Según Mehdi Ben Cheikh, un galerista parisino especialista en arte callejero, este nuevo golpe de efecto «está en la línea de su actuación de Nueva York, que se interroga y critica los límites del mercado de arte». En aquel caso, ocurrido en 2013, el artista instaló un puesto cerca de Central Park para vender una veintena de valiosas pinturas, «auténticas y firmadas», por apenas 60 dólares cada una.

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