María Oruña | Escritora
«Intento abrir debates al lector a través de los personajes de mis libros»La autora gallega presenta mañana en Espacio Santos Ochoa su última novela, 'El albatros negro', una historia de aventuras náuticas, de misterio y de ciencia
El galeón Albatros Negro ha surcado las listas de libros más vendidos en nuestro país durante los últimos meses. Navega, además, por las costas y ... la historia de Vigo, localidad natal de María Oruña y escenario de su última novela.
En sus páginas, y en las profundidades del Atlántico, se esconde uno de los tesoros más codiciados y enigmáticos del mundo submarino. Una anciana historiadora naval podría tener la clave para rescatarlo, pero muere de repente en extrañas circunstancias. Cuando las muertes comienzan a sucederse, la policía descubre que la clave para resolver los crímenes reside en la historia del galeón Albatros Negro y en cómo en el año 1700, en la antigua villa amurallada de Vigo, una joven entomóloga fue capaz de cambiar con su audacia el curso de la historia.
María Oruña estará mañana en Logroño, en la librería Santos Ochoa de Calvo Sotelo (19.00 horas), para profundizar en su última obra, 'El albatros negro'
– En esta novela hay aventura, asesinatos, ciencia, historia, patrimonio... ¿La fórmula para que todo maride bien en este cóctel literario?
– Si la supiese estaría vendiéndola en todos los mercadillos literarios. Siempre hago guiños a distintos subgéneros literarios (misterio de habitación cerrada, novela gótica, domestic noir, thriller de acción...), pero en 'El albatros negro' he arriesgado más hibridando novela de aventuras con histórica, detectivesca y de intriga. Ni yo misma sabía si el cóctel funcionaría, pero parece que los lectores dicen que sí.
– Para esta historia precisaba de un tesoro real pendiente de descubrir y, después de mucho buscar, resulta que lo tenía en casa, en las profundidades de la ría de Vigo, entre los restos de la batalla naval de Rande (1702). ¿Qué otras sorpresas le ha deparado la escritura de este libro?
– El gran descubrimiento ha sido mi propia ciudad porque confieso que yo era una gran ignorante sobre su patrimonio histórico. Yo me he criado en Vigo y en el colegio nunca me explicaron que hubiese sido amurallada ni que en su día fue un relevante puerto corsario, y he comprobado con mi propio hijo, que tiene 14 años, que a él tampoco se lo han contado. Me pregunto en cuántos colegios de España se impartirá, aunque sea un día al año, la historia de cada lugar.
– 'El albatros negro' es su primera novela ambientada en Vigo. ¿Qué supone fabular en casa?
– Por un lado fue más fácil, porque la ambientación y la atmósfera ya las tenía, conozco Vigo en todas sus vertientes. Pero por otro fue un reto porque, como he dicho, he tenido que descubrir un Vigo desconocido. Cuando de jovencitas salíamos por la noche teníamos partes del casco histórico prohibidas porque eran zonas de drogadicción y prostitución, y ahora todo eso ha sido recuperado y precisamente por ese aislamiento conservan parte de lo que fueron.
– En esta novela hay guiños a varios personajes históricos, como la entomóloga alemana Maria Sibylla Merian, el sacerdote y corsario Pedro Fernández de Bobadilla, y el marino Pedro Menéndez de Avilés. ¿Por qué ellos precisamente?
– Lo de Maria fue una casualidad. Supe de su existencia leyendo 'El siglo maldito', que hablaba del contexto médico y climático del siglo XVII. En un párrafo muy pequeño se menciona que esta mujer había descubierto una planta que se utilizaba en Surinam para que abortaran las esclavas. Luego investigué sobre ella y decidí hacerle un homenaje descarado porque me parece increíble que no haya pasado a la historia con letras doradas. A los otros dos personajes también los conocí mientras investigaba pecios y aventuras marinas, y me pareció increíble que, sobre todo de Fernández de Bobadilla, no tuviese una novela o película propia.
«Gracias a esta novela he descubierto mi propia ciudad, de cuyo patrimonio era una ignorante»
«Si no me emociono escribiendo tampoco lo hará el lector, por eso busqué un tesoro real para esta historia»
– Además del papel de la mujer en la historia, en 'El albatros negro' hay otras muchas lecturas paralelas, como el valor del patrimonio, la memoria histórica, las motivaciones para matar...
– Intento que mis libros sean espejos e intenten mostrar una realidad que sucedió. Ahora bien, a mí no me interesa, y sería muy pedante por mi parte, establecer directrices de códigos éticos o moralizantes. Lo que intento es abrir debate y, por ese motivo, me gusta creer que puedo abrir un poco el pensamiento crítico planteando, por ejemplo, si es lícito lo que hacen los 'cazatesoros'. Yo como narradora no opino pero sí hago que mis personajes debatan muy vehementemente sobre ello, y luego ya el lector que tome sus propias decisiones.
– Da la impresión de que de su disfrute escribiendo depende también el del lector de sus novelas.
– Es que si yo no me divierto o no me emociono al escribir tampoco va a emocionarse el lector. Por eso busqué un tesoro real, para que yo me emocionase al buscarlo y los propios lectores también sintiesen esa emoción.
– ¿Y se ha divertido más con esta novela que con otras?
– No, todas tienen su punto, lo que pasa es que aquí fue muy emocionante ir descubriendo cosas de mi propia ciudad y, sobre todo, de la búsqueda de arqueología subacuática. Hay cosas en el libro que responden a la realidad aunque parezcan literarias. Recuerdo, por ejemplo, que cuando entrevisté a Ramón Patiño, un arqueólogo subacuático muy respetado en Vigo, me comentó que no se había metido en el agua en la vida, y de ahí que el personaje Miguel Carbonel, también arqueólogo subacuático en mi libro, no haya buceado nunca. Esas cosas solo se te ocurren como reflejo de la investigación y son las que hacen que el libro esté vivo.
– ¿Su faceta de abogada nutre de alguna manera sus libros?
– Yo creo que no, porque nunca fui abogada penalista ni estuve en un calabozo. Lo mío era muy aburrido como abogada laboralista y mercantil, oficio que ejercí durante diez años. Sí es verdad que los abogados tenemos necesidad de utilizar muy bien la palabra porque hacemos muchísimos escritos al día, pero, si me ha ayudado o no, lo desconozco. En lo que sí me ha perjudicado es en el abuso del gerundio, algo que he tenido que corregir.
– ¿Habrá más cuentos como 'El tren fantasma' (2024) o solo fue un paréntesis entre sus novelas?
– El 22 de mayo sale otra aventura del 'tren fantasma', que en este caso viaja en el tiempo a la época prehistórica, pero no creo que la cosa vaya mucho más allá. La literatura infantil me parece algo muy serio, como para dedicarse con plena conciencia, y también requiere un tipo de promoción muy diferente a la que yo hago ahora y para la que no me daría la vida.
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