Música negra

Desde que la institución riojana abrió su puerta con la finalidad de difundir el arte cinematográfico en todas sus variantes muchos han sido los documentales presentados, de todos los signos y formas. Sin embargo, la obra de no ficción de hoy es una película diferente, muy elaborada y, acaso, experimental, compuesta de multitud de imágenes de archivo.

A este largometraje de dos horas y media de duración le fue concedido el premio especial del jurado a la innovación documental en el festival de cine de Sundance (USA). Se trata de un complejo y sutil drama musical sobre la cruenta explotación y la bárbara colonización primero del Congo Belga y, más tarde, de la República Democrática del Congo.

Para entender este filme en toda su dimensión y sondear su alcance, no estaría de más, para contextualizar su intención en clave de denuncia, traer aquí el recuerdo de la película de producción sueca, 'Hammarskjold, lucha por la paz' (2023), de Per Fly. Inspirada en hechos reales contaba el obsesivo empeño del secretario general de la ONU para evitar un baño de sangre en el país centroafricano por la lucha del poder y el control de sus riquezas.

¿Qué tiene que ver el jazz en este escenario geopolítico? El largometraje comienza con un redoble de batería, en el Harlem Square, y, desde aquí, se inicia un recorrido de temas a cargo de Louis Armstrong, embajador del jazz, Duke Ellington, la voz del jazz, Dizzy Gillispie, Nina Simone, que ponen la banda sonora de fondo mientras que la tensión y letanía política está a cargo de Eisenhower, Nikita Jrushchov, Fidel Castro, Malcolm X, entre otros políticos y activistas, situando el foco, cada uno desde su interés, en el conflicto congoleño en particular y el africano en general.