Caminando por el lado salvaje

Adaptación de Limonov del escritor francés Emmanuele Carrère (que hace un cameo con diálogo en el largometraje) que recoge, con su peculiar detallismo y su vocación de cronista, la tumultuosa y contradictoria personalidad creativa del escritor ruso Eduard Limonov. Una figura clave del panorama literario soviético de la década de los 70 que asistió, con un talante desafiante y provocativo, a los cambios políticos y sociales de la extinta Unión Soviética.

Serebrinnikov, autor de la vibrante 'Leto' (2018), con la ayuda en el guion de Pawel Pawlikowski, también realizador y responsable de la estupenda 'Ida' (2013), traza un estridente recorrido biográfico apoyado en un virtuoso tono de hibridación de estilos que refleja la errática trayectoria de un hombre que intentó fraguar una personalidad propia y buscar una mirada específica.

Para estar a la par, el artífice de este dispositivo expresivo recurre al sentido dinámico visual y construye un magnético entramado formal que circula por varías direcciones. Todo cuanto concierne a los hilos narrativos y los saltos temporales constituyen un engranaje poliédrico que es sin duda su principal aliciente. Sus recursos técnicos son heterogéneos, potentes y llamativos, funcionan muy bien, y encajan en el toque rebelde, contestatario y reacio al capitalismo de la figura retratada, un ser que asumió el escándalo («Que la escoria tome el control para entrar en la civilización») como signo de protesta.

El actor británico Ben Whishaw da vida a Eddi Limonov y conforma un trabajo lleno de matices que traduce el mundo arremolinado, atormentado y excéntrico del novelista y ensayista ruso. A su lado, Viktoria Miroshnicha compone una carismática Elena, la compañera que atisbó los delirios de un tipo impredecible.