Un hombre blanco, heterosexual y español llamado Alberto San Juan
El actor madrileño representa en el Teatro Bretón 'Macho grita', una comedia musical sobre la historia de España y «la ceguera»
El título es potente aunque ambiguo: 'Macho grita'. El subtítulo aclara un poco las cosas: 'Crónica de mi propia ignorancia sobre la historia de España'. ... Haría falta añadir el nombre del autor del texto, director de la puesta en escena e intérprete: Alberto San Juan. Ahora sí podemos hacernos una idea de qué estamos hablando. El actor madrileño vuelve al Festival de Teatro de Logroño (en el Bretón a las 20.00 horas) con otro de sus personales espectáculos, siempre crítico, artístico y provocador. «'Macho grita' –explica– es una crónica de mi propia ceguera sobre la historia de mi país».
La obra, coproducida por la Compañía Nacional de Teatro Clásico y EQM, es en cierto modo una comedia musical en la que San Juan está acompañado por La Banda (Claudio de Casas a la guitarra, Pablo Navarro al contrabajo, Gabriel Marijuán a la batería y Miguel Malla al saxo y los teclados), una fórmula que ya empleó en el lorquiano 'Nueva York en un poeta'.
La función
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Macho grita (Crónica de mi propia ignorancia sobre la historia de España), coproducción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico y EQM
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Texto, dramaturgia y dirección Alberto San Juan
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Intérpretes Alberto San Juan y La Banda, Claudio de Casas (guitarra), Pablo Navarro (contrabajo), Gabriel Marijuán (batería) y Miguel Malla (saxo y teclados)
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Teatro Bretón 20.00 horas
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45 Festival de Teatro de Logroño
El texto parte del mito de Don Juan para indagar en la relación «entre nuestro presente y el ciclo que inaugura el año 1492», explica. Según su autor, es «un acercamiento a la 'Reconquista', al 'descubrimiento de América o a la expulsión de los judíos y los moriscos, para pensar con humor cómo se construye 'lo Macho' en este territorio».
'Macho grita', añade, «nace del deseo de asomarme a la historia invisible (o invisibilizada) de España, con la pequeña esperanza de entender cosas que sirvan para la vida hoy, cuando la voluntad de dominio y el afán depredador sobre los que hemos construido nuestras sociedades amenazan con liquidarnos».
Es también «un intento balbuceante de aproximación al proceso histórico por el cual se construye la norma que establece qué es ser español. Un intento de entender cómo se construye el sistema de poder jerárquico que nos gobierna, cómo se construye 'lo Macho' —entendido como voluntad de dominio– en este territorio llamado España. Una tentativa de identificar quiénes somos nosotros y quiénes los otros, y por qué la guerra entre ambas partes. La expresión, quizá, del anhelo de superar los pronombres personales y desembocar en algo que, sin dolor ni vergüenza, podamos llamar vida».
Esa «ceguera» de la que se confiesa víctima Alberto San Juan es, en realidad, una ceguera colectiva, muy común en ciertos especímenes de la raza hispana e incluso, contra lo que se supondría propio de las sociedades avanzadas, muy creciente en nuestros días. Lo dice en escena: «El sujeto protagonista de la modernidad que hoy sigue en proceso de construcción-destrucción simultánea es, ya lo sabemos, el hombre blanco, heterosexual, con poder. Es decir: yo». ¿Y qué grita este macho? La respuesta, en el teatro.
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