'Encuentros breves con hombres repulsivos', el machismo a escena

Explorador de las relaciones humanas, ya sea con sus propias obras o con sus aplaudidas adaptaciones de Chéjov e Ibsen, en esta ocasión Veronese se sumerge en uno de los más reconocidos novelistas de finales del siglo XX (el autor de 'La broma infinita' se ahorcó en 2008 sin haber cumplido los cincuenta). Sus 'Entrevistas breves con hombres repulsivos' son una veintena de relatos en los que «disecciona la masculinidad tóxica».

«Foster Wallace tiene cosas técnicas que incomodan al lector», asegura el dramaturgo y director: «Se mete con tópicos tan infames como reales, como este del machismo. Convivimos con el machismo en todos lados y lo peor es que lo damos por cotidiano cuando sabemos que es algo repulsivo». Esa «hegemonía brutal del hombre» es lo que se pretende reflejar sobre el escenario.

«Sobreprotección o falsa protección, intimidación y degradación –en ese terreno se mueve la obra, según Veronese–. Confrontaciones que, en algún lugar y en algún momento, fueron socialmente permitidas. Pero, sobre todo, una lupa sobre la enorme distancia que todavía falta por recorrer. Acciones, procedimientos y discursos casi sin filtro de conciencia. Seres desprotegidos, que en general se acercan más a lo animal, que a lo humano. Sin embargo, el discurso es un discurso humano. Discurso que, lamentablemente, aún escuchamos con demasiada frecuencia».

Tras haberse montado ya en Argentina (en 2019), Chile e Italia, 'Encuentros breves...' llegó a España como una de esas 'Experiencias Veronese' que el porteño mueve a un lado y otro del Atlántico alternando también teatro comercial e independiente, apoyado siempre en el intenso trabajo actoral que convirtió en sello propio la compañía Timbre 4. Primero se vio en Madrid con los intérpretes de allá Marcelo Subiotto y Luis Dziembrowski. Ahora son los españoles Jorge Bosch y Gustavo Salmerón quienes calzan los zapatos de estos hombres repulsivos.