Emma Suárez protagoniza en el Bretón la adaptación de 'El cuarto de atrás', de Martín Gaite

«Una mujer de noche. Una casa y una visita inesperada. Ella, escritora, se preparaba para atravesar las horas a solas, pero ha llegado un hombre misterioso y viene con preguntas olvidadas. ¿Qué había en el cuarto de atrás? ¿Dónde se esconde la isla de Bergai? Este es un viaje por la luz y el recuerdo, el miedo a la sombra y la búsqueda de sentido. Una mirada valiente al pasado que guarda secretos y a las palabras que, a veces, pueden salvarnos».

'El cuarto de atrás', la novela con la que Carmen Martín Gaite (1925-2000) obtuvo el Premio Nacional de Narrativa en 1978 –la primera mujer en recibirlo–, ha sido llevada al teatro para conmemorar el centenario del nacimiento de la escritora salmantina. La adaptación ha corrido a cargo de María Folguera, la dirección es de Rakel Camacho y este sábado se representa en el Bretón (a las 20.00 horas) con interpretación de Alberto Iglesias, Nora Hernández y Emma Suárez encarnando a la propia C.

La sexta novela de la autora de 'Entre visillos' (Premio Nadal, 1957) es probablemente la más teatral de todas. 'El cuarto de atrás' es un libro clave para comprender la memoria y esfuerzo de toda una generación de autores y autoras que tuvo que deshacer los tabúes de su infancia de posguerra para encontrar un camino propio. Lo que convierte a esta obra en singular es su capacidad para habitar el espacio ambiguo entre el sueño y la vigilia, entre el realismo y lo onírico.

Para Rakel Camacho, 'El cuarto de atrás' «nos invita a explorar de la mano y el alma de su autora una realidad que quiere romperse a golpes de fantasía». «Pura supervivencia –añade– para atravesar la noche en un estado de vigilia en el que impera la soledad y la pérdida de la infancia. La fuerza escénica, mágica y mística que posee la novela, nos hace llevarla al teatro gracias a la sensibilidad onírica y poética de la escritora María Folguera».

Según esta, «es una novela magistral» en la que la autora señala explícitamente «la teatralidad de muchos de sus mimbres»: «La aparición del hombre de negro, la ubicación de un espacio/tiempo concentrado y sucesivos elementos como la cucaracha, las canciones o la llegada de la hija tras una noche de fiesta, son elementos que guiñan el ojo al escenario. Al fin y al cabo, la búsqueda de interlocutor que realizó Martín Gaite en toda su obra tiene mucho de encuentro escénico entre intérprete y espectador;esa conexión viva del hecho escénico».

En ese 'cuarto de atrás', cuya cita de inicio remite con toda intención a 'Alicia en el país de las maravillas', C., la protagonista, «va a galopar a caballo entre el sueño y la consciencia plena». Va a lanzar una pregunta:«Cómo habitar las horas intermedias entre el miedo y el coraje, entre el deseo de protección y el anhelo de fuga».Yva a responder: «Una mujer madura mira atrás y comprende el largo viaje entre un juego de infancia y un cuento, a veces terrorífico, de nunca acabar».

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