La editorial riojana 'Pepitas de Calabaza' preparaba su sexto libro con Cuerda

El libro, en el que su abordan espisodios desconocidos como su paso por el seminario, su trabajo en TVE, sus películas como director, su vinculación con la literatura, forjó una relación muy intensa, que comenzó a fraguarse sin embargo unos años antes con la publicación de 'Amanece que no es poco' (la serie). Luego vieron otros títulos como el libro de aforismos 'Me noto muy cambiá'. «Los últimos cinco años nos hemos reunido mucha veces. Congeniamos muy bien y le gustaba lo que publicabámos. Llegamos a tener mucha confianza, algo que no costó mucho porque era fácil cogerle cariño..., a parte de ser una persona increíble, te conquistaba con esa retranca gallega, esa chispa que poca gente tiene. Tenía una lucidez extrema««.

'Pepitas de Calabaza' se convirtió en los últimos años en la editorial de confianza de José Luis Cuerda. Fueron los primeros en preocuparse por editar sus guiones y, de hecho, el cineasta preparaba con los riojanos otro proyecto que, pese a todo, confian en que puedan salir adelante. «Teníamos casi terminado un proyecto editorial basado en la película para televisión de 1983 'Total';, hubiera sido nuestro sexto libro con él...«, señala Víctor Sáez, quien recuerda el primer contacto «titubeante e inocente» que mantuvieron con el cineasta a quien propusieron sin demasiada confianza publicar el guion de 'Amanece que no es poco'. No obtuvieron contestación, hasta que pasado bastante tiempo y después de publicar textos de Rafael Azcona y un libro de Mingote, Cuerda se mostró abiertamente interesado: «Enseguida nos pusimos a trabajar y ya nunca se perdió el contacto«.

La editorial riojana 'Pepitas de Calabaza' cumplía así un sueño. Su nombre, de hecho, lo adoptaron hace 22 años en homenaje a Cuerda y a su humor ácido y crítico, porque es lo que querían que caracterizara a su editorial. «El nombre de la editorial viene por la película 'Amanace que no es poco', hay un momento genial cuando un paisano, mientras se fuma un cigrarrillo, dedica una oda a la calabaza».

El escritor y profesor de Historia del Cine de la Universidad de la Rioja, Bernardo Sánchez, también aludía este martes a su excelente relación personal mantenida con el director y guionista fallecido, y que le llegó, dijo, «como otras tantas cosas buenas que le han ocurrido en la vida gracias a Rafael Azcona». «José Luis era un tipo genial, un gran amigo de Rafael, eran muy cómplices en la forma de ver la vida y juntos hicieron tres películas de referencia en el cine español, en las que cuentan muchas cosas de cómo es este país y de su paisanaje».

La última vez que habló con él fue hace año y medio, cuando le llamó personalmente para contarle la película que pensaba hacer, «algo que le agradeceré siempre». Posteriormente, coincidieron en el homenaje que la Academia del Cine le tributó el año pasado al guionistas riojano y ya entonces Bernardo apreció en él síntomas de cierta fragilidad física.

Azcona y Cuerda coincidían en muchas cosas, según Sánchez tenían «la misma visión de lo real»: «José Luis se quedó muy tranquilo cuando vio que Rafael había eliminado la parte fantástica en 'El Bosque Animado', le hizo un trabajo de sastrería cinematográfica superlativa igual que en 'La lengua de las mariposas' o 'Los girasoles ciegos'.«Aunque eran de generaciones diferentes, se entendieron y disfrutaron mucho juntos, eran dos disfrutones..., fue José Luis quien se inventó el término 'azcónico».