'Don Giovanni' en el Bretón, segunda ópera en Logroño en cuatro días

Pablo Álvarez

Logroño

Miércoles, 6 de diciembre 2023, 09:38

Las programaciones y los programadores tienen extraños caprichos con la ópera en Logroño. Largos meses de sequía suceden a extrañas contraprogramaciones entre Riojafórum y Bretón, que exprimen a la fiel pero no tan numerosa parroquia operística de La Rioja. Tras la 'Traviata' de Riojafórum del sábado, el Bretón acoge hoy a una de las joyas del repertorio, el 'Don Giovanni' mozartiano. Las andanzas de este «disoluto castigado» llega de la mano de Ópera XXI, una compañía muy habitual en Logroño y que suele dejar buenos recuerdos. Sin ir mas lejos, aún resuena el eco de su Turandot de marzo que, dicen las crónicas, fue de los mejores espectáculos operísticos que se han visto en estos lares. Ópera 2001 vuelve en esta ocasión en una coproducción con la Opera de Massy, y así el responsable musical permanente de la orquesta gala, Constantin Rouits, se alterna con el habitual Martin Mazik en el foso.

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A ambos les toca sacar brillo a una partitura a la que, en puridad, no le faltan argumentos. Desde que Mozart estrenó la obra en 1797 en Praga (ciudad que a menudo le trató mejor que la misma Viena) este híbrido entre drama y comedia con toques sobrenaturales no se ha caído nunca del repertorio, cosa que pocos títulos pueden decir. Una de las tres felices colaboraciones de Mozart con Lorenzo Da Ponte (ese libretista y clérigo casi tan disoluto como su propio protagonista) ese 'Don Giovanni' es hijo segundo de Tirso de Molina y su «convidado de piedra».

  • 'Il dissoluto punito ossia il Don Giovanni' 'Dramma giocoso' en dos actos de Wolfgang Amadeus Mozart, con libreto de Lorenzo Da Ponte.

  • Producción de Ópera 2001 en colaboración con Opéra de Massy.

  • Dirección Musical Martin Mázik / Constantin Rouits .

Un Tenorio sobrado de encanto pero falto de escrúpulos, infiel hasta el final pero coherente hasta ese final: la aparición del comendador muerto, una página tan sobrecogedora que los románticos prefirieron hacerla el espurio final de la ópera, cortando el conjunto último. Una gran obra, en fin, que merece y que promete. Aún quedan entradas.

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