Marcelino Izquierdo desvela cómo La Rioja fue «nido de espías nazis»

«La Rioja albergó entre los años 1939 y 1945 un importante entramado de espionaje que, bajo las órdenes de Adolf Hitler, colaboró con el Tercer Reich a lo largo de la Segunda Guerra Mundial». El periodista y escritor Marcelino Izquierdo Vozmediano, jefe de Cierre de Diario LA RIOJA, desvela este episodio desconocido de la historia reciente en 'Bajo el imperio de la Gestapo. Espionaje nazi en La Rioja durante la Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial', que publica Editorial Siníndice y que el autor presentará el próximo lunes (en el Centro Ibercaja Portales, a las 20 h.).

El libro, un ensayo histórico de más de doscientas páginas, ilustrado con medio centenar de fotografías de época y con prólogo de Fernando Reinares, es fruto de tres años de trabajo en los que Izquierdo ha investigado en archivos, informes oficiales de España, Europa, Estados Unidos y Latinoamérica y hemerotecas de prensa, así como a través de entrevistas personales con testigos vivos o descendientes de aquellos. «Solo lamento no haber empezado hace veinte años, cuando los testigos habrían sido más numerosos», comentó ayer al presentarlo a los medios de comunicación locales.

Y es que se trata de un episodio que ha permanecido ignorado hasta ahora porque, como afirma el autor, durante la Segunda Guerra Mundial «la colaboración oficial entre el Gobierno de Madrid y el de Berlín era un secreto de Estado que debía permanecer oculto a los ojos del bando aliado», y, tras la derrota de la Alemania nazi, «el Régimen trató de esconder aún más si cabe, sus vínculos con el Eje (....) y el Generalísimo quiso enterrar su pasado germanófilo».

El también novelista reconoce que tuvo que resistir la tentación de emplear ese material para un relato de ficción porque habría resultado «increíble». Y ciertamente los hechos que describe con total rigor histórico y debidamente documentados, pero con estilo ameno y divulgativo, son sorprendentes: «El despliegue de la Legión Cóndor en la entonces provincia de Logroño nada más estallar la Guerra Civil, la participación del aeródromo de Agoncillo en bombardeos como el de Guernica, la existencia de una base de la temida Gestapo operando desde el Espolón, el espionaje aéreo en favor del Eje o la tentativa de refugiar a Mussolini en La Rioja Alta» son algunos de los acontecimientos que ahora salen a la luz gracias a su trabajo.

Uno de los personajes principales de esta historia es Franz Lübs, un ingeniero alemán de la factoría Heinkel, dedicada a la aviación militar, que llegó a Logroño en 1937 y ejerció como jefe de la Gestapo desde su hotel en pleno centro de la ciudad y coordinó el entramado de espionaje nazi en la zona durante la Segunda Guerra Mundial.

Marcelino Izquierdo, que llegó a entrevistarse con familiares suyos, desmenuza estos y otros detalles de lo que él llama la 'microhistoria', a menudo olvidada por la macrohistoria, y contribuye con ello a conocer mejor lo que de verdad sucedió en esta tierra donde, como irónicamente se suele decir, nunca pasó nada.